Biblioteca de Alimentos
NOMBRE Y DEFINICIÓN DEL ALIMENTO
El boniato – también conocido con el nombre de batata, camote o papa dulce – es un tubérculo de la familia de las campánulas (las flores tienen forma de embudo o corola tubulosa).
Se trata de una raíz subterránea cuyas características morfológicas son muy parecidas a las de una patata de tamaño grande y forma alargada, pero en ocasiones también podemos encontrarnos ejemplares casi esféricos.
Su peso oscila entre los 500 g y los 3 kg y su textura es suave y nada harinosa (otra diferencia con la patata). Puede presentar distintos colores que van desde el rojo claro al amarillo pardusco o blancuzco, pero las variedades más conocidas son las de piel roja o rosada y carne anaranjada. Su sabor, al igual que el de otro tipo de raíces (como la zanahoria), es más bien dulce.
Historia
Su color naranja indica que es rico en betacarotenos (precursores de la vitamina A), pero ese no es su único valor nutricional.
A nivel gastronómico, su uso es típico en la cocina hispanoamericana. Sin embargo, su sabor y versatilidad de uso, hacen del boniato un tubérculo con un número creciente de adeptos. Siempre se consumen cocinados, sobre todo asados al horno, pero también pueden consumirse fritos o en puré.
Pueden formar parte de primeros, segundos y postres, y combinan bien con canela, miel, coco, lima y nuez moscada. Por su dulce sabor, también constituyen una buena guarnición para asados de carne y/o aves.
Con el boniato también se pueden preparar mermeladas, confituras, pasteles, galletas o sufflés, pues por su textura y características sensoriales su uso en este tipo de preparaciones suele dar un resultado muy satisfactorio, además de sabroso, claro.
VALORACIÓN NUTRICIONAL
Se cree que es originario de la América Tropical, y al igual que otros alimentos (como por ejemplo el maíz), llegó a España de la mano de Cristóbal Colon.
Sin embargo, cuando los europeos llegaron por primera vez a la Polinesia en el siglo XVIII el boniato ya estaba presente en la región. Más de 4.000 millas de distancia dividen el continente americano de las remotas islas polinesias. Los exploradores europeos más tarde los encontraron en otras partes del Pacífico, desde Hawái hasta Nueva Guinea. La explicación podría ser que los viajeros polinesios ya habían navegado a América del Sur y trajeron el tubérculo a las islas a su regreso. Los datos arqueológicos y genéticos parecen apoyar esta conclusión, aunque los científicos han cuestionado algunas de estas pruebas a lo largo de los años.