Biblioteca de Alimentos
Bebidas con no contenido alcohólico
NOMBRE Y DEFINICIÓN DEL ALIMENTO
Son las semillas sanas y limpias procedentes de las diversas especies del género botánico «Coffea».
Variedades de café:
- Arábica: Originaria de la antigua Abisinia, ahora Etiopía, es la especie más apreciada y antigua que se conoce, desde mediados del siglo XVIII. Se cultiva en toda Latinoamérica, en África Central y Oriental, en India y, en cierta medida, en Indonesia. Proporciona un café suave y aromático.
- Caneophora o robusta: Esta variedad procede de la rivera del río Congo, concretamente fue descubierto sobre 1895 en Zaire. El café Robusta se cultiva en África Occidental y Central, en todo el sudeste de Asia y, en cierta medida, en Brasil. Proporciona un café fuerte, con mucho cuerpo y un contenido de cafeína mayor.
- Liberica: Es nativo de los alrededores de Monrovia en Liberia y su descubrimiento data de finales del sigo XIX. En la Costa de Marfil son conocidas diversas variedades de café liberiano. Proporciona un café con un sabor peculiar, por lo que su consumo no está muy generalizado.
HISTORIA
Son varias las historias surgidas para situar los orígenes del café, desde relatos religiosos, hasta explicaciones totalmente paganas, todas con el denominador común de describir cualidades extraordinarias del fruto del cafeto. Los que atribuyen su origen al Arcángel San Gabriel, cuentan cómo éste fue quién entregó a Mahoma la primera taza de café en recompensa a sus piadosas vigilias.
Otra famosa leyenda del año 850, relata cómo un pastor yemaní, llamado Kaldi, observó que su rebaño de cabras se comportaba de una forma distinta, brincando y saltando enérgicamente, al ingerir los frutos rojos de un arbusto desconocido. En base a estudios de restos arqueológicos hallados en la Península Arábica se puede afirmar que la utilización del café en ciertas regiones de Oriente Medio data del año 800 d.C.
Según los registros históricos, Pedro Páez (Jesuita evangelizador de las tierras del Yemen y Etiopía) fue el primer español que escribió sobre el cafeto.
VALORACIÓN NUTRICIONAL
Contiene ácidos orgánicos, como el ácido cafeico, polifenol con capacidad antioxidaente, que influyen en el sabor, olor y aroma del café y son responsables de su acidez; así como minerales (potasio, magnesio, calcio, cromo…) y vitaminas (niacina), aunque su valor nutritivo es casi nulo, dada la poca cantidad necesaria para elaborar una taza de café.
La cafeína es un alcaloide que penetra con facilidad en todas las células del organismo y estimula la transmisión de los impulsos entre las neuronas. Por ello, se admite que una cantidad diaria de cafeína inferior a 300 miligramos, equivalente a dos o tres tazas de café, tonifica al organismo, alivia la fatiga, retrasa el cansancio y favorece las funciones intelectuales. Además, la cafeína posee un efecto vasoconstrictor a nivel cerebral, lo que explica su presencia en algunos medicamentos indicados para tratar la migraña. El consumo frecuente de café lleva consigo una adaptación a la cafeína, que no adicción, y esto explica que personas habituadas a tomarlo puedan experimentar síntomas como cansancio, irritabilidad, falta de concentración o dolor de cabeza si no ingieren su dosis habitual de cafeína. Tiene un leve efecto diurético, por lo que grandes dosis de cafeína pueden provocar deshidratación.
Beber demasiado café puede provocar efectos indeseables como agitación, insomnio, taquicardia, temblor y trastornos gástricos, aunque hay quienes sufren malestar con una sola taza. La cafeína aumenta la secreción de ácido clorhídrico y de pepsina en el estómago, por lo que el café y otras bebidas que la contienen no están indicadas en caso de molestias digestivas. La cafeína produce un aumento —ligero y transitorio— de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial, efecto que se extingue en un tiempo breve, por lo que las personas con hipertensión o cardiopatía podrían consumir café con moderación, siempre con asesoramiento médico.
Tabla de composición