El té es una sustancia natural con múltiples beneficios para el organismo, un consumo lógico y moderado no tiene por que implicar ningún efecto adverso. Un consumo no excesivo en adultos es seis tazas al día. El problema que puede surgir sería debido al contenido en sustancias excitantes como la cafeína, teína y teobromina. La cafeína consumida en exceso, además de ser excitante puede aumentar el riego de padecer osteoporosis.

Es tan adecuado para niños, adultos y ancianos el pescado fresco como el congelado. El pescado congelado mantiene el mismo valor nutricional del pescado fresco, tanto el alto valor biológico de sus proteínas, como la cantidad de ácidos grasos insaturados, entre ellos los omega-3, las vitaminas y los minerales.

También es importante destacar que el pescado congelado tiene las ventajas de que puede guardarse durante meses y consumirse cuando se desee, se eliminan los posibles parásitos, es mínima la proliferación de microorganismos, son más baratos que los pescados frescos y actualmente está a la venta cualquier especie. Además se comercializan de formas diferentes, incluso sin la presencia de espinas, muy adecuadas para los niños.

En algunos casos es posible que las características organolépticas del pescado congelado, como el sabor o la textura, difieran a las del pescado fresco, esto se debe a que el congelado y/o el descongelado no se ha realizado de forma adecuada. La congelación debe hacerse en un periodo corto de tiempo y a muy baja temperatura, para formar pequeños cristales de hielo que no dañen la estructura del músculo del pescado, este proceso se realiza normalmente en industrias especializadas. La descongelación que se realiza en casa, debe llevarse a cabo en el frigorífico para que se produzca lentamente y el agua congelada pase del estado sólido al líquido, no rompiendo las fibras musculares y por tanto no perdiendo el agua.