La vida útil de los yogures está indicada como: “fecha de consumo preferente”. A partir de esta fecha, el fabricante no garantiza unas características organolépticas tan óptimas como las originarias, pudiéndose producir alteraciones del producto en mayor o menor grado, en función del tiempo transcurrido, la composición del alimento y las características de la conservación a la que se ha sometido.

Por ello, en ningún caso, se debe consumir un producto caducado, ya que no está garantizado su estado óptimo a partir de la fecha indicada en el envase. Los productos envasados disponen de unos periodos de vida útil que han sido determinados específicamente para cada producto, con el fin del que el consumidor tenga una indicación sobre el estado del alimento.