Preparación

El proceso para preparar un exquisito helado de vainilla es muy similar al de la crema inglesa o las natillas, con la diferencia de que después las congelaremos. El secreto para sacarle todo el sabor es utilizar una buena materia prima. Elige siempre las mejores vainas de vainillas y ganarás en sabor.

• Calienta en un cazo la leche, las semillas de vainilla, la propia vaina, las yemas y el azúcar.
• Mientras están los ingredientes al fuego, remuévelos sin parar para evitar que el huevo se cuaje.
• Evita siempre que llegue a hervir. Cuando notes que aparecen burbujitas en la superficie, es el momento de retirar la mezcla del fuego y verterla en un recipiente.
• Añade la nata y mezcla bien los ingredientes suavemente.
• La base para el helado ya está lista. Utiliza un tupper para guardarla en el congelador.
• Ahora viene el proceso más engorroso, pero te llevará poco tiempo. Saca el helado del congelador cada media hora y bátelo para evitar la formación de cristales de hielo. Tendrás que repetir esta operación entre tres y cuatro veces.

Y ya está listo para servir. Sácalo diez minutos antes de consumirlo para que se atempere un poco y puedas formar bolas con facilidad. Los helados pueden estar presentes en tu mesa todo el año, pero el verano es la estación en la que más apetecen. ¿Qué tal si te preparas uno?