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Recetas

Ensalada de frutas y queso de cabra

Receta ideal para estos días de frío, y un plato que, además de rico, es muy nutritivo. Los garbanzos nos aportan minerales como el fósforo, hierro, magnesio, calcio, o potasio y vitaminas como la E, la B1 o los folatos  (B9). Combinados con espinacas, que como ellos, son una buena fuente de fibra, esta receta se convierte en un plato nutricionalmente muy completo.

Te enseñamos cómo prepararlo.

 Ingredientes (para 4 personas)

  • 400 gramos de garbanzos crudos
  • 300 gramos de espinacas.
  • 2 zanahorias.
  • 2 dientes de ajo.
  • 1 cucharadita de pimentón dulce.
  • 1 cucharada de tomate frito.
  • Sal y pimienta.
  • Aceite de oliva virgen extra.

 Preparación

  1. Pon a remojo los garbanzos en abundante agua la noche anterior. Añade una cucharadita de bicarbonato o un puñadito de sal y déjalos reposar toda la noche.
  2. Al día siguiente, cuando vayas a prepararlos, escúrrelos bien, lávalos con agua fresca y mételos en una olla. Incorpora el pimentón, las zanahorias en rodajas y los dos dientes de ajo. Si no eres muy fan del ajo, puedes meterlos enteros y te será más fácil retirarlos antes de servir el plato.  Añade un chorretón de aceite de oliva virgen extra y cúbrelos con agua abundante, dos o tres dedos por encima. Es el momento de añadir un poco de sal y pimienta, al gusto.  
  3. Puedes cocinar los garbanzos en olla rápida o convencional. Si lo haces en una olla exprés, media hora será suficiente. En la tradicional, calcula entre una hora y media y dos horas a fuego lento. Recuerda que no todas las variedades de garbanzos son iguales por lo que los periodos de cocción pueden variar.
  4. Una vez listos, puedes incorporar un poco más de agua si crees que han quedado un poco secos. Agrega también el tomate y las espinacas. Mezcla todo bien y deja que se cocine todo dos o tres minutos más hasta que las espinacas se hayan mezclado bien con el guiso.

Y ya está. Es el momento de disfrutar de este plato tan sencillo como completo. Recuerda que los garbanzos con espinacas pueden aguantar perfectamente unos días en la nevera (mejor en un recipiente de cristal y con tapa), incluso suelen estar más ricos de un día para otro. ¿Te animas a hacerlo?