El fosfato dicalcico es un aditivo alimentario (E-341) y al igual que todos los fosfóricos provienen, en la mayor parte de los casos, de la roca fosfórica. Por lo tanto estos compuestos no tienen porque contener trazas de derivados lácteos que puedan provocar efectos negativos en personas con intolerancia a la lactosa o alergia a las proteínas de la leche de vaca. Éstos, al considerarse por la legislación como aditivos, deben quedar nombrados en el etiquetado de ingredientes con su nombre y/o código E. Este aditivo se emplea principalmente para enriquecer alimentos en calcio y como estabilizante.

Sin embargo, también se puede enriquecer los alimentos, en calcio y en otros minerales, con el suero de la leche. Éste, al no ser considerado como aditivo sino como ingrediente (coadyuvante tecnológico), en el etiquetado no tiene porque indicarse la procedencia del suplemento de calcio o mineral. De tal forma que en el etiquetado del alimento podemos encontrar indicado “suero de leche” o simplemente “Ca”, pudiendo llevar en ambos casos suero de leche en su composición, e implicar por lo tanto serios problemas en las personas que poseen intolerancia a la lactosa o alergia a las proteínas de la leche. El suero de leche suele utilizarse principalmente como suplemento de minerales, y suele añadirse en derivados lácteos y bebidas líquidas como zumos, etc.