A veces, los grandes distribuidores de productos ponen su propia marca a algunos de ellos. En este caso, el responsable del producto es el distribuidor y no el fabricante, ya que es el distribuidor quien establece los criterios de calidad y precio mediante contrato con el fabricante. Por eso, un mismo fabricante puede producir una marca de distribución y la suya propia sin que ambos productos sean iguales.

Puede aparecer en la etiqueta la mención fabricado por… para…” y debe figurar la identificación del distribuidor, no siendo obligatoria la del fabricante.