El “Botillo del Bierzo” es un producto típico de la gastronomía berciana elaborado de forma artesanal. Se trata de un embutido cárnico adobado donde destacan en su constitución la costilla de cerdo (con un mínimo 65% y máximo 90%) y el rabo de cerdo (con un mínimo del 10% y máximo del 20%). Del mismo modo se le puede añadir, según criterio del fabricante, otros ingredientes como lengua, carrillera, paleta y espinazo, en un máximo del 20% del total, no pudiendo superar ningún componente de este resto la mitad de este 20%. A todos estos componentes se les añade sal, pimentón, ajo, aditivos autorizados y otras especias naturales (adobo). Después de embutirlo en la tripa, se procede al ahumado con braseros de leña de encina y de roble, y finalmente al secado durante dos días.

Al tratarse de un producto fresco, se recomienda que se conserve en frío (entre 0 y 5º C). Sin embargo, debido a los procesos a los que se ve sometido, la fecha de consumo preferente apropiada es de 45 a 60 días desde la fecha de elaboración.