La Marca Blanca, también llamada marca de distribuidor o marca privada, corresponde a una política practicada por fabricantes y grandes empresas de distribución, que llegan al acuerdo de vender productos de aquél apareciendo en ellos la marca de la empresa distribuidora. Para el distribuidor, aparte del prestigio que supone expender productos con la marca de sus establecimientos, disfruta de la considerable ventaja de comprar barato a fábrica y de poder vender con mayor libertad a la hora de marcar precios. Como consecuencia, puede lograr grandes márgenes. Un inconveniente importante es que los productos se perciben como si fueran de calidad inferior por los compradores.

En la actualidad, se pueden distinguir cuatro tipos bien definidos:
– la marca propia clásica,
– la marca Premium donde destaca la calidad (por ejemplo: El Corte Inglés, de Nuestra Tierra de Carrefour o Gran Selección de Caprabo),
– marca internacional, en la que el grupo negocia con un proveedor para varios países con precios bajos (el ‘1’ de Carrefour o el ‘V’ de Alcampo), y
– la marca de mejor relación calidad-precio (lo que Mercadona denomina producto recomendado).

En las marcas blancas o de distribuidor, tanto la indicación del nombre de fabricante, como en número de registro del productor, son dos opciones legalmente válidas. En el segundo caso, si desea conocer el nombre del fabricante, le recomendamos que envíe el número de registro al distribuidor para que le indique a quién corresponde. La existencia de páginas en Internet con dicha información, probablemente no pertenezcan a los distribuidores a los que hacen referencia y por tanto, es posible que su información no esté actualizada.