La cerveza es una bebida fermentada de baja graduación elaborada con ingredientes naturales como el agua, la cebada malteada y el lúpulo. La bibliografía científica de ámbito nacional e internacional ha demostrado que la cerveza es una bebida saludable que aporta vitaminas, minerales y otras sustancias con propiedades funcionales, por lo que su consumo moderado puede incluirse en cualquier dieta equilibrada, aunque este consumo sólo debe ser realizado por adultos sanos.

De hecho, investigaciones recientes llevadas a cabo en España demuestran que la cerveza, al igual que el vino, también tiene propiedades antioxidantes y cardiosaludables. A modo de ejemplo, según el estudio “Revisión bibliográfica sobre los efectos del consumo moderado de cerveza sobre la salud”, realizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, los consumidores moderados de cerveza pueden tener un riesgo de hasta un 60% menor de padecer problemas cardiovasculares.

Además, la cerveza tiene una aportación calórica muy inferior a la de los refrescos y a la de otras bebidas alcohólicas, 100ml de cerveza tan sólo aportan 45 calorías frente a las casi 80 que aporta el vino o las más de 300 de las bebidas destiladas. Hay que recordar que el aporte calórico de las bebidas alcohólicas viene dado en su mayor medida por el alcohol y la cerveza es una bebida con mucha menor graduación que el vino y, por supuesto, que las bebidas destiladas (4º-5º de la cerveza frente a los 12º-13º del vino o los 40º de las bebidas destiladas).