La leche y los lácteos aportan a nuestra dieta de forma natural proteínas de buena calidad, grasas, hidratos de carbono y minerales tan importantes como el calcio y el fósforo, ambos de muy elevada digestibilidad, además de potasio, magnesio y zinc. También contiene en cantidades destacables vitaminas como la vitamina D, la vitamina A, la riboflavina (vitamina B2), la vitamina B12 y la niacina y en menor proporción tiamina, piridoxina y ácido fólico.

Los productos lácteos son muy importantes para la adecuada calcificación de los huesos, ya que son el principal aporte de calcio en nuestra dieta, por ello es esencial en la niñez

Un niño necesita cereales, como primer alimento junto con la leche, ya que le aporta hidratos de carbono complejos, que le producen saciedad, pueden ser de un único cereal o de varios cereales, sin gluten y mezclados con la leche, y le ayuda en la maduración del aparato digestivo.

Para introducirle el nuevo alimento, se recomienda empezar con pequeñas cantidades, introducir los cambios de uno en uno, mantener unos horarios y al pasar de biberón a cuchara: alternarlos y hacerlo poco a poco, y sobre todo que no pique entre horas, para llegar a la toma con apetito.

Si no tiene intolerancia o alergia a la lactosa, debería tomar la leche con cereales ya que le aporta los nutrientes necesarios para su edad y es muy importante para ir creando hábitos saludables en el niño.