La medicación con omeoprazol debe ser preescrita por un médico según la situación específica del paciente. Los hábitos alimentarios pueden ser determinantes en la evolución de esta patología, pudiendo mejorar significativamente los síntomas.

Las recomendaciones nutricionales a llevar en esta situación serán:

• Evitar las comidas abundantes (porque distienden el estómago y aumentan la presión en la hernia).

• Realizar de 4 a 5 comidas al día.

• No consumir ningún alimento durante tres horas antes de acostarse o dormir (si se puede tomar agua).

• Llevar una dieta con poca grasa, evitando los alimentos que la contienen en elevada cantidad: (fritos, carnes grasas, aceite, mantequilla, margarina, salsas…).

• Procurar tomar con mayor frecuencia los alimentos:

  • Ricos en proteínas pero con bajo contenido en grasa (carnes magras, leche descremada, quesos no curados, etc.).

  • Ricos en hidratos de carbono con bajo contenido en grasa (pan, cereales, pasta, patata, arroz, etc.)

• Beber los líquidos generalmente entre las comidas y en pequeñas cantidades en estas.

• Evitar comidas muy condimentadas y con especias.

• No consumir alimentos muy calientes o muy fríos.

• Alcanzar un peso adecuado en pacientes con sobrepeso u obesidad.

• Eliminar el tabaco.

Los alimentos que deben evitarse son:

• Los jugos de naranja y otros cítricos.

• El tomate y las salsas derivadas (tomate frito, etc.).

• El café (normal o descafeinado).

• Las bebidas con cafeína.

• Las bebidas gaseosas.

• El alcohol.

• Los picantes, pimentón y pimienta negra.

• Los carminativos (ajo, cebolla, menta y hierbabuena).

• El chocolate.

• El mascar chicle.

• Además de evitar los alimentos que se asocien con la causa de ardor.

Medidas posturales:

• Levantar la cabecera de la cama unos 30º.

• Si se acostumbra a tomar siesta, realizarla semisentado, no acostado.

• Evitar esfuerzos y ejercicios después de comer.

• Evitar prendas que puedan incrementar la presión abdominal (como cinturones, etc.) Se debe utilizar ropa cómoda y floja.