Para poder aumentar el peso corporal es necesario aumentar la ingesta calórica, aumentando la cantidad de alimentos y/o los alimentos que nos aporten más calorías. Pero siempre de forma saludable. Ya que las personas con bajo peso también pueden presentar problemas o patologías derivados de una mala alimentación.

Aunque una persona mantenga un peso inferior al recomendado, puede presentar niveles de colesterol en sangre elevados si lleva una dieta rica en grasa saturada (tomando en exceso carnes grasas, embutido, bollería, grasas animales y determinadas grasas vegetales). También puede presentar niveles de triglicéridos en sangre altos si toma exceso de alcohol o azúcares simples (azúcar, dulces, chocolate, bollería, etc.). Además de otras enfermedades como osteoporosis, anemia y deficiencias en determinados minerales o vitaminas por no llevar una dieta rica en los nutrientes adecuados. Muchos de los alimentos muy calóricos (bollería, embutidos, grasas, etc.) no contienen nutrientes esenciales presentes en productos mucho menos calóricos que se suelen eliminar en estas dietas, como frutas y verduras.

También es importante realizar ejercicio de forma habitual para aumentar al mismo tiempo nuestra masa magra (músculo). La recomendación sobre la actividad física deberá ser indicada y supervisada por un especialista deportivo, dirigida al desarrollo muscular con la mínima actividad aeróbica, para no aumentar el gasto calórico. Recomendándose repeticiones espaciadas de ejercicios que desarrollen el músculo y aumenten su volumen.

Algunas de las recomendaciones nutricionales para aumentar el aporte de energía en nuestra dieta serían:

• Realizar al menos de 5 a 6 ingestas al día (desayuno, media mañana, comida, merienda, cena y recena).

• Aumentar el consumo y la ración de alimentos energéticos pero saludables: (sin eliminar de la dieta los que no son tan energéticos)

  • Cereales y derivados
  • Lácteos enteros
  • Aceite de oliva, como grasa principal, que puede ser utilizada en todas las preparaciones culinarias
  • Verduras y hortalizas más energéticas, como: guisantes, batatas, patatas, habas, etc.
  • Todas las legumbres
  • Frutas como: aguacate, chirimoya, higos, brevas, plátano, etc.
  • Todo tipo de frutos secos
  • Todas las carnes y vísceras
  • Pescados, principalmente los azules (grasos) como: arenque, atún, bonito, boquerón, caballa, salmón, sardinas, etc. y conservas de pescados en aceite de oliva o girasol.

No existen métodos milagrosos para aumentar o disminuir el peso. Todo dependerá de la dieta general que se lleve y las características inpiduales del inpiduo.

En cualquier caso, el IMC (Indice de Masa Corporal: 65/(1,83)² = 19,40 (valores recomendados entre 19-25)) se encuentra en el límite inferior de las recomendaciones. No es un valor muy bajo. Por ello se aconseja que visites a tu médico para que establezca si realmente necesitas modificar tu peso actual.