Hoy en día se considera que el 90% de los daños cutáneos que aparecen en la piel expuesta al medio ambiente son debidos al sol, aunque también influyen otros factores como hábitos dietéticos y consumo de tabaco, principalmente. Las vitaminas C y E, los carotenoides (precursores de la vitamina A) y los flavonoides tienen propiedades antioxidantes con efectos beneficiosos que protegen del daño infligido por la radiación solar en la piel. Además, algunos minerales (hierro y zinc) juegan un papel importante en el crecimiento de pelo y uñas.
Para mantener la piel, el pelo y las uñas en buen estado es preciso seguir las recomendaciones de la alimentación equilibrada, especialmente en cuanto a su contenido de proteínas, ciertas vitaminas y sales minerales y de ácidos grasos esenciales.

Las vitaminas y minerales de frutas, verduras y hortalizas contribuyen a que la piel se conserve mejor. La vitamina A repara el colágeno. La vitamina C contribuye a dar más elasticidad y flexibilidad a la piel, y un derivado de la vitamina A, el ácido retinoico, disminuye las pigmentaciones anómalas. De ahí la importancia de incluir cada día frutas y verduras. 

La dieta se puede complementar con germen de trigo (rico en vitaminas y proteínas) y levadura de cerveza (rica en vitaminas del complejo B). De las propiedades saludables de la levadura de cerveza podemos destacar su efecto depurativo, al mejorar el estado de piel, uñas y cabellos. En copos es más digestiva que la levadura fresca.
El germen de trigo, por su parte, es una fuente natural de vitamina E, uno de los antioxidantes más potentes. Como tal, protege a las células frente a la posible agresión de los radicales libres. Basta con tomar 1 ó 2 cucharas al día.