Es un tipo de dieta excluyente, es decir, se basan esencialmente en eliminar de la dieta algún nutriente, en este caso es una dieta rica en proteínas sin hidratos de carbono y bajo contenido en grasas. En general, la reducción del valor calórico de la mayor parte de las dietas de adelgazamiento consiste en una limitación de su contenido en grasas, seguido de los hidratos de carbono, por lo que estas dietas suelen tener un porcentaje de proteínas superior a las dietas habituales. La reducción de los hidratos de carbono provoca que el cuerpo utilice las reservas de grasas para sustituir la energía que necesita y como consecuencia se producen cuerpos cetónicos, cuya misión es suministrar energía al cerebro y corazón en situaciones excepcionales.

Realmente se ha demostrado, que las  dietas hiperproteicas causan una supresión del apetito debido a la movilización excesiva de grasa y a la formación de cuerpos cetónicos. Esta situación de manera prolongada produce una sobrecarga renal y hepática muy importante, aumento de los niveles de ácido úrico y depósitos de cristales en las articulaciones.
Además, está demostrado que en mujeres postmenopaúsicas se podría acompañar de una disminución de en la absorción de calcio, lo que podría contribuir a aumentar el riesgo de osteoporosis.

Por eso, se recomienda tener una dieta equilibrada, variada y suficiente, unida a la práctica de ejercicio físico para ayudar en la pérdida de peso.
El menor aporte de calorías debe ir acompañado de una mayor densidad de nutrientes, para ello se aconseja acudir al nutricionista para que te elabore una dieta personalizada.