El tratamiento básico y esencial del sobrepeso y de la obesidad, requiere una dieta hipocalórica y un aumento de la actividad física, además de la ayuda complementaria del apoyo psicológico, si es necesario.

Para conseguir esto, es esencial que se acuda a un especialista para que oriente y organice el tratamiento, también en función de las posibles patologías que tenga el paciente (hipercolesterolemia, etc). Además de planificar los menús o pautas dietéticas, estudie y valore la evolución, además de proporcionar el tipo de ejercicio o actividad física adecuada y el apoyo psicológico apropiado. De esta forma, obtenemos un tratamiento inpidualizado a cada persona que estudia y valora las deficiencias nutricionales, disminuyendo el grado de fracaso.

Las pautas dietéticas deben seguir las características de una dieta saludable e hipocalórica (baja en energía), para ello se debe:

• Realizar al menos, cuatro o cinco comidas al día, para evitar largos periodos de ayuno, evitando comer entre las horas pautadas.

• Consumir alimentos de todos los grupos (cereales, carnes, pescados, frutas, legumbres, verdura, hortalizas y lácteos), escogiendo los que contenga menor contenido en azúcares y grasas. Como por ejemplo, pescados y carnes magras sustituyendo los productos lácteos enteros por desnatados enriquecidos en vitaminas A y D, etc.

• Aumentar los productos con alto contenido en fibra (verduras, cereales integrales…).

• No abusar de alimentos ricos en grasas: embutidos, mantequillas, carnes grasas, margarinas y la bollería industrial.

• Limitar el consumo de productos altamente calóricos, (bollería, pasteles, chocolates, barritas energéticas, snacks, alcohol, azúcar, miel, helados, refrescos, zumos de frutas comerciales, salsas etc.) Sustituyéndolos por otros bajos en energía, (encurtidos, hortalizas, infusiones, edulcorantes acalóricos, refrescos light, etc.).

• Sustituir frituras, guisos y comidas con salsas por elaboraciones al vapor, plancha o cocción. Añadiendo un máximo de 30 g día de aceite para cocinar y aliñar, preferentemente con aceite de oliva.

• Ingerir abundante agua (2-3 litros día).

Es importante realizar un deporte de tipo aeróbico de al menos media hora al día el mayor número de veces posibles, y llevar una vida activa y no sedentaria (Intenta subir las escaleras y no usar el ascensor, ir andando y no utilizar el coche para desplazamientos cortos, etc).

Estas son pautas esenciales que le deben ayudar, tanto en la pérdida de peso como en el cambio de la conducta alimentaria. Una vez perdido el peso en exceso, debe aprender a llevar una dieta sana y equilibrada que mantenga su peso adecuado de forma constante y no vuelva a recuperar el peso perdido. Esta será la verdadera eficacia de una dieta.