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Prevención de enfermedades relacionadas con la alimentación desde el trabajo

Los expertos opinan

Victoria Cruz Amorós

La Doctora Cruz Amorós es Licenciada en Medicina, especialista en Medicina de Trabajo y Master en Prevención de Riesgos Laborales. Desarrolla su actividad profesional como Jefe del Servicio de Prevención y Salud Laboral del Ministerio de Economía y Hacienda.

Prevención de enfermedades relacionadas con la alimentación desde el trabajo

Estamos en una sociedad en la que nos  bombardean con información  de todo tipo y a una velocidad de vértigo, tanto es así que a veces si no la filtramos adecuadamente, nos podemos perder en un maremagnum que nos produce   una gran confusión.

Cuando estudié la carrera, la medicina enfocaba las actuaciones  sobre todo como una medicina curativa y poco preventiva, no recuerdo en ningún momento que se hiciera un gran hincapié en la alimentación y en los hábitos de vida.  Sí, se contaba que las sardinas y los pescados azules no eran buenos para la salud o que la merluza era mejor que la sardina. Esto es algo que se nos ha echado en cara durante años, teniendo que aclarar a los pacientes que la medicina que es una ciencia en desarrollo y que a veces no se conocen ciertas cosas, que la investigación descubre, cambiándonos en ocasiones antiguos conceptos que creíamos buenos.  En treinta años, ha habido un giro de ciento ochenta grados en relación a los temas nutricionales, hay un gran interés por su relación y prevención sobre distintas enfermedades como dislipemias, infartos, hipertensión, diabetes, osteoporosis, artrosis, obesidad, cánceres, etc. 

El buen médico debe ser un buen observador y pronto se da cuenta de que el paciente con hábitos saludables, va a visitar menos la consulta.

Aunque mi trabajo se desarrolla fundamentalmente en el medio laboral, me he dado cuenta de que todavía los trabajadores en activo están a tiempo de prevenir todas las enfermedades que he descrito en el párrafo anterior. Por ello me pareció de gran importancia el desarrollo de una cultura preventiva y saludable para todos enfocada fundamentalmente a la alimentación y los hábitos de vida.

La mayor parte de mis pacientes son mujeres, y éstas demuestran un gran interés por los temas de salud en general y por los nutricionales en particular, por ello decidimos, en colaboración con la Fundación Alimentum, realizar unas jornadas sobre “Alimentación y Prevención de Enfermedades a través de los Alimentos”, donde se recogieron una serie de datos que utilizaremos para estudiar hábitos de vida saludables.

Aunque todavía no tenemos los resultados, sí me parece interesante poner en vuestro conocimiento la planificación de las mismas.

·    En la primera fase, se programaron dos mañanas en las que se hablaba sobre alimentos funcionales, osteoporosis, ejercicio físico,  antioxidantes, nutrientes, enfermedades cardiovasculares como hipertensión y colesterol. Se alternaban los temas teóricos con  dos temas  prácticos. Uno era una  encuesta alimentaría de 24 h y la otra rellenar la pirámide de los alimentos. Cada charla tenía un cupo de 80 personas.

El interés fue tan grande que quedó una lista de espera de 150 personas interesadas en que se repitieran las jornadas, ya que a través de sus compañeros, sabían el interés de los contenidos y querían conocer, por ellos mismos, todos aquellos problemas que podían prevenir con una alimentación adecuada.

·    En la segunda fase, se les realizaba un estudio de riesgo cardiovascular, una historia clínica completa, determinación de sus niveles de colesterol total, colesterol bueno y triglicéridos. Además a todos se les practicaba un electrocardiograma.

·    En la tercera fase, se citaba a los pacientes con unas condiciones basales a una prueba, llamada  impedanciometría por  multifrecuencias, analizando el Índice de Masa Corporal, el índice cintura cadera, la composición grasa, el contenido de agua y el metabolismo basal.

·    En la cuarta fase se somete a los trabajadores a un registro de su tensión arterial y frecuencia cardiaca antes y después del ejercicio físico. Los ejercicios realizados han consistido en valorar la resistencia muscular y la flexibilidad, así como la respuesta cardiovascular.

·     En la quinta fase, aquellos trabajadores con sobrepeso grado II y obesidad eran sometidos voluntariamente a un régimen dietético con control y seguimiento semanal, tratando, sin medicinas, de enseñarles a comer y mejorar sus hábitos introduciendo actividad física dentro de las posibilidades de cada uno. Es decir, desde caminar una hora al día dejando el coche y tratando de ir en transporte público, bajándose tres paradas antes para ir caminando, apuntarse a un gimnasio, a natación, etc.

En estos momentos estamos terminando de analizar los resultados, que estarán finalizados a mediados de año, y con ellos se espera elaborar unas pautas que sirvan de base para prevenir enfermedades como las citadas anteriormente, dislipemias, infartos, etc. 

Reflexión
Es difícil controlar el peso y llevar una adecuada programación en esta sociedad en que la mujer trabaja y los horarios laborales se han hecho tan grandes. Por ello el seguimiento del control de pérdida de peso, supone un apoyo y un consejo semanal para todos aquellos que necesitan disminuir la ingesta. El realizarlo en el mismo sitio del trabajo, hace que disminuya la pérdida de horas en desplazamientos en una ciudad grande. Por otra parte, los endocrinólogos habitualmente te dan una dieta y te recomiendan que vuelvas a consulta al mes. Si ya es duro dejar de fumar es más duro dejar de comer y quitarnos ese ansiolítico natural que es la comida. Si además después de una batalla con los transportes, el jefe, los papeles, cuando llegamos a casa en lugar de poder tumbarnos en el sofá y beber una cervecita, tenemos que ir a correr o al gimnasio, hay que tener una gran fuerza de voluntad que todo el mundo no consigue por si solo. Por eso las terapias de apoyo en el trabajo son importantes.