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Importancia de una alimentación correcta en la prevención de la enfermedad cardioviscular

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José Abellán Alemán

 

José Abellán Alemán es Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Murcia. Actualmente trabaja como médico del Equipo de Atención Primaria del Centro de Salud Docente de Murcia S. Andrés. Durante 12 ańos fue  Vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Espańola de Hipertensión, y desde el 2002 ostenta el cargo de Director de la Cátedra de Riesgo Cardiovascular de la Universidad Católica de Murcia. Ha publicado numerosos artículos en revistas científicas así como comunicaciones en congresos tanto nacionales como internacionales. Ha organizado numerosos cursos y congresos, y ha recibido 18 premios científicos.

Importancia de una alimentación correcta en la prevención de la enfermedad cardiovascular

Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de mortalidad y morbilidad en Europa. En el último año, 4,35 millones de europeos han fallecido por este motivo y han generado 1,9 millones de  nuevas complicaciones cardiovasculares aproximadamente. En España fallecieron en 2009 unos 123.000 individuos por enfermedades cardiovasculares.

El control de los factores de riesgo cardiovascular se presenta como la mejor estrategia preventiva para frenar este desarrollo. Sin embargo, pese a los avances logrados en el control de la hipertensión, dislipemia y tabaquismo, el avance de la obesidad y la diabetes ensombrecen las expectativas al respecto.

Para que se presente la enfermedad cardiovascular es necesario que se desarrolle la lesión arteriosclerótica en la pared vascular. Los factores de riesgo cardiovascular favorecen el desarrollo de la lesión arteriosclerótica pero frente a estos están los llamados factores protectores del riesgo cardiovascular. Nos protege del riesgo cardiovascular una buena dotación genética  con una adecuada interrelación gen-ambiente. Entre los factores ambientales protectores se encuentra una alimentación adecuada, la realización de ejercicio físico y los factores de cohesión social.

Existen evidencias consistentes acerca de que el seguimiento de estilos de vida asociados a la cultura occidental como una dieta rica en grasas saturadas e hipercalórica, junto con el sedentarismo y el hábito de fumar, juegan un papel importante en el desarrollo de la enfermedad cardiovascular. En muchos individuos estos estilos de vida conducen a cambios bioquímicos que perturban sus características fisiológicas y aumentan el desarrollo de arteriosclerosis y promueven en última instancia complicaciones trombóticas.

El seguimiento de una alimentación correcta es uno de los factores protectores más importantes de la enfermedad cardiovascular en prevención primaria y a la vez es básico en el control de numerosos factores de riesgo una vez detectados, como es el caso de la obesidad, hipertensión, dislipemia, diabetes, síndrome metabólico etc.

La llamada dieta mediterránea es el patrón alimenticio propio de los pueblos ribereños del mediterráneo y que se seguía a mediados del siglo XX. La triada característica de esta dieta se caracteriza por una alimentación con base del cereal trigo del que se obtiene harina, la oliva de la que se extrae un aceite que sirve de base grasa para preparar los alimentos que se consumen y la uva de la que se fabrica el vino tinto que se consume con la alimentación. La dieta mediterránea es rica en alimentos vegetales locales, estacionales y mínimamente procesados. Su postre típico es la fruta. La grasa principal es el aceite de oliva, los lácteos se toman en cantidad baja. Se come pescado, la carne consumida es fundamentalmente de ave y se toma en cantidades escasas o moderadas. Se bebe vino tinto en las comidas.
¿Por qué esta dieta aporta beneficios protectores cardiovasculares? La respuesta habría que buscarla en las propiedades antioxidantes de sus componentes que contribuiría a un menor grado de oxidación del colesterol LDL (lipoproteínas de baja densidad), además el seguimiento de esta dieta ayuda al mantenimiento de un peso adecuado, disminuye la presión arterial, tiene efectos antiagregantes, etc. Todos estos datos se sustentan en investigaciones efectuadas por numerosos grupos de investigadores y publicadas en revistas científicas de alto impacto.

Se ha comprobado  que aunque se tenga una dotación genética especialmente susceptible al desarrollo de la enfermedad cardiovascular, el seguimiento de una dieta mediterránea, reduce hasta en un 60% la aparición de complicaciones cardiovasculares. De ahí la importancia de controlar el ambiente para prevenir las complicaciones cardiovasculares.