el consumo de glucosa y cafeina mejora el rendimiento cognitivo
Los expertos opinan
Josep María Serra-Grabulosa
Miguel A. Brito Sanfiel es Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra. Trabaja como endocrinólogo en el Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda en Madrid. Ha presentado diversas comunicaciones en congresos internacionales, nacionales, seminarios y jornadas. Es miembro de varias sociedades científicas nacionales y regionales de Endocrinología y Nutrición (SEEN, SENDIMAD y SCAMEND). Su actividad investigadora se centra en Diabetes Mellitus, Obesidad y Dislipemias.
El consumo de glucosa y cafeína mejora el rendimiento cognitivo
La cafeína y la glucosa son parte de nuestra vida cotidiana, la primera sobre todo por sus efectos estimulantes, la segunda por sus efectos sobre la recuperación, y ambas por sus agradables efectos. Más allá de sus efectos subjetivos, numerosos estudios han observado que las bebidas que contienen cafeína y glucosa pueden beneficiar el rendimiento cognitivo.
Uno de los principales mecanismos energéticos y metabólicos para suministrar energía en nuestro organismo se lleva a cabo por medio de la glucosa. El cerebro utiliza casi exclusivamente la glucosa que le proporciona el torrente sanguíneo, por lo que no es de extrañar que se establezcan relaciones entre los niveles de glucosa en sangre y el rendimiento cerebral e intelectual. En este sentido, algunas funciones cognitivas aparecen extremadamente sensibles a la administraciones puntuales de glucosa, como por ejemplo la memoria, habiéndose observado que dosis similares a las de consumo habitual producen un incremento en ésta función. Recientemente, y mediante la imagen por resonancia magnética cerebral funcional (IRMf), se han estudiado los cambios en la actividad cerebral asociada a la tarea de codificación de los estímulos a memorizar, evidenciándose que la ingestión de glucosa producía un aumento de la activación cerebral en las regiones relacionadas con el establecimiento de la memoria declarativa verbal, en concreto en las regiones temporal medial y prefrontal dorsolateral. En definitiva, en la actualidad existe evidencia científica del efecto beneficioso de la administración de glucosa en cuanto a la mejora del rendimiento memorístico y en general, en aquellas tareas con mayor nivel de demanda.
Por su parte, la cafeína es una sustancia activa biológicamente que determina un efecto estimulante sobre el sistema nervioso central (SNC) y se encuentra presente de forma natural en diversidad de alimentos de origen vegetal y plantas. Una de sus mayores fuentes naturales es el café. Son diversos los efectos que la cafeína puede ejercer sobre el SNC y sobre el rendimiento intelectual y cognitivo. En los estudios científicos realizados hasta el momento, se recogen varios efectos sobre el comportamiento humano cuando se consumen cantidades bajas o moderadas de cafeína:
- La cafeína aumenta el estado de alerta y reduce la fatiga. Ello tiene mayor impacto en situaciones de cansancio o bajo grado de alerta (por ejemplo, en trabajadores de turno de noche o individuos privados de sueño).
- La cafeína aumenta el rendimiento en tareas de vigilancia y tareas simples que requieren respuestas sostenidas. Nuevamente, esos efectos son más claros cuando el estado de alerta está reducido.
- La cafeína aumenta el rendimiento en tareas que requieren movimientos finos y precisos, como por ejemplo la conducción.
- Los efectos en tareas más complejas son difíciles de evaluar y probablemente incluyen interacciones entre la cafeína y otras variables que interactúan con el estado de alerta, como la personalidad individual y la hora del día.
- En contraste con los efectos del consumo de cafeína, cuando se deja de consumir, los perjuicios sobre el rendimiento son escasos y de poca magnitud.
- El consumo habitual de cafeína parece ser beneficioso, observándose un mejor rendimiento mental en consumidores habituales.
- La mayoría de gente controla su consumo de cafeína para maximizar los efectos positivos señalados. Por ejemplo, el patrón de consumo diario muestra que la cafeína suele consumirse en determinados momentos horarios para ajustar el estado de activación y alerta a los requerimientos socio-ambientales (a primeras horas de la mañana y tras la comida cuando se produce la depresión postpandrial).
Frente a los efectos beneficiosos de ingestas moderadas de cafeína, existen estudios que han mostrado un impacto negativo con el consumo de cantidades elevadas de cafeína o en grupos de población sensibles (pacientes con desórdenes de ansiedad). En este contexto, la cafeína ha mostrado incrementos de ansiedad y una reducción significativa del episodio de sueño. Algunos estudios se cuestionan si los efectos observados tras el consumo de cafeína son propiamente beneficios reales de ésta o simples restablecimientos tras los efectos negativos debidos al síndrome de abstinencia (ayuno nocturno), aunque los resultados de la mayoría de estudios parecen indicar que los efectos observados son “beneficios reales”.
Como se desprende de los apartados anteriores la glucosa y la cafeína pueden mejorar aspectos del rendimiento cognitivo y en el caso de la cafeína, el estado de ánimo. Sin embargo, existen escasos estudios que investiguen los efectos de las dos sustancias en combinación. En todos ellos, la combinación de ambas sustancias produce mejoras en el rendimiento en tareas de memoria y atención.
Recientemente, los profesores Josep M Serra-Grabulosa y Ana Adán, de la Universidad de Barcelona, han observado que la combinación de cafeína y glucosa mejora el rendimiento en la atención y la memoria de trabajo, al aumentar la eficiencia de las áreas cerebrales que sustentan estas dos funciones. En cambio, cuando estas sustancias se suministraban individualmente, los efectos beneficiosos obtenidos eran parciales, en comparación con los observados en la combinación de cafeína y glucosa. Más allá del rendimiento conductual, el estudio de los efectos de ambas sustancias sobre la activación cerebral se realizó mediante el uso de la imagen por resonancia magnética cerebral funcional. Los resultados obtenidos mostraron que los participantes que tomaron la combinación de cafeína y glucosa necesitaban una menor activación cerebral de las áreas responsables de la atención y la memoria de trabajo, para obtener el mismo rendimiento que los otros participantes. Ello sugiere que el cerebro se muestra más eficiente bajo los efectos de estas dos sustancias tomadas simultáneamente, ya que necesita menos recursos para obtener el mismo rendimiento que los sujetos que tomaron placebo o cafeína y glucosa por separado.
Referencias Bibliográficas de interés:
– Adán A, Serra-Grabulosa JM. Effects of caffeine and glucose, alone and combined, on cognitive performance. Human Psychopharmacology Clin Exp, 2010;25(4):310-317.
– Serra-Grabulosa JM, Adan A, Falcón C, Bargalló N. Glucosa and caffeine effects on sustained attention: an exporatory fMRI study. Human Psychopharmacology Clin Exp, 2010; 25(7-8):543-52.