Los Círculos de Innovación se crean por iniciativa de la Dirección General de Universidades e Investigación de la Comunidad de Madrid. Su constitución ya quedaba recogida en el III PRICIT (Plan Regional de Investigación Científica e Innovación Tecnológica, 2000-2004). Sin embargo, es a partir del IV PRICIT (2005-2008), cuando se ha hecho una apuesta decidida por potenciar su ámbito de actuación.

Los círculos de innovación están adscritos a varias instituciones. En el de Biotecnología, participan la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad Autónoma de Madrid, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Comunidad de Madrid, a través de la Fundación para el Conocimiento Madrid+d. Su sede física se ubica en el Parque Científico de Madrid y la financiación procede de la Comunidad de Madrid y de las Universidades y centros de investigación participantes, a través del contrato programa para la regulación del marco de cooperación en el sistema regional de investigación científica e innovación tecnológica.

Los círculos de innovación quieren contribuir a consolidar Madrid como una región clave en el contexto de otras regiones, no sólo a escala nacional sino también europea. La mayoría de los indicadores nacionales en I+D colocan a la región de Madrid en una situación óptima para competir en la nueva economía global. Madrid es la región de España que tiene una inversión comparable a la media europea en I+D, prácticamente el 2% del PIB. Informes recientes publicados sobre innovación y competitividad inciden en la necesidad de potenciar la dimensión regional de la innovación. El nivel local y regional, son el eslabón de proximidad más adaptado para llegar a las empresas, especialmente a las PYMEs, y proporcionarles los apoyos necesarios para competir en una economía cada vez más globalizada.

El círculo de innovación en biotecnología (CIBT), trabaja para crear un marco regional que propicie la innovación en el área de la biotecnología y se orienta a campos como la salud, el medio ambiente o la agroalimentación.

El CIBT dirige sus actividades principalmente desde los grupos/consorcios de investigación de la Comunidad de Madrid hacia asociaciones empresariales que operan en el área de la biotecnología. Los objetivos concretos del Círculo de Innovación en Biotecnología son los siguientes:

   · Crear una plataforma de vigilancia tecnológica e inteligencia económica capaz de prestar servicios a consorcios/grupos de investigación, asociaciones empresariales, nuevas empresas de base tecnológica (NEBT) e instituciones de la Comunidad de Madrid que desarrollan sus actividades en el ámbito de la biotecnología.

   · Fomentar la participación de las NEBT y otras PYMEs en programas regionales, nacionales y europeos, mediante el establecimiento de redes de colaboración con grupos de investigación de la Comunidad de Madrid.

   · Identificar los agentes que operan en el área de la biotecnología procedentes de los ámbitos empresarial e investigador en la Comunidad de Madrid y actuar como nexo de unión.

  · Colaborar con organismos e instituciones de relevancia, especialmente los Institutos Madrileños de Estudios Avanzados (IMDEAs), para su asesoramiento en cuestiones tecnológicas de su ámbito sectorial.

  · Colaborar con iniciativas afines creadas en otras comunidades autónomas y otros países, encaminadas a la mejora de la metodología, establecimiento de buenas prácticas y aprovechamiento mayor de los recursos empleados.

De las acciones estratégicas del CIBT, la realización de informes de Vigilancia Tecnológica (VT) tiene una especial relevancia. La VT es una forma organizada de obtener información externa sobre tecnologías y productos. Se trata de sistematizar la recogida de la información, saberse mover entre la cantidad ingente de información que se produce diariamente, seleccionar las fuentes adecuadas, detectar sólo aquélla que tenga especial relevancia para la organización y prepararla para que constituya una herramienta de apoyo para la toma de decisiones. En este contexto conviene señalar que aunque muchas empresas están familiarizadas con las prácticas de vigilancia tecnológica (industrias farmacéuticas o químicas), para otras, supone un desafío. Como en tantos otros ámbitos, la introducción de nuevas metodologías constituye un cambio, el cambio provoca inseguridad y la inseguridad es la base de la resistencia al cambio. Asimismo, la rapidez con que se suceden los cambios, hace necesario integrar la prospectiva en el proceso de vigilancia para disponer de información sobre la posible evolución de una tecnología a medio y largo plazo y decidir, mediante actuaciones de hoy, el futuro que interesa.  La VT es esencial para áreas tecnológicas en expansión o empresas embarcadas en procesos de innovación y mejora de su competitividad.

El CIBT,  a lo largo de su periodo de actividad ha establecido contacto con los principales agentes del sector biotecnológico,  algunos de los cuales se citan a continuación:

  · Asociación Española de Bioempresas (ASEBIO)
  · Asociación de Empresas Biotecnológicas de la Comunidad de Madrid (Biomadrid)
  · Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB)
  · Federación de Empresas Detallistas de la Carne (FEDECARNE)
  · Asociación Española de Productores de Huevo (ASEPRHU)
  · Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA)
  · Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (FENIN)
  · Asociación de Celiacos de Madrid (ACM)
  · Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (AFALcontigo)
  · Asociación Española de Alérgicos al Látex