El actual ritmo de vida que llevamos hace que a menudo comamos con ansiedad y engullamos los alimentos, sin pensar en los beneficios para la salud que conlleva digerirlos bien triturados. Masticar bien los alimentos parece un hábito sencillo de llevar a cabo, pero muchas personas presentan alguna dificultad para realizar esta labor correctamente o no son conscientes de su importancia.
Teniendo en cuenta que la digestión de los alimentos no empieza en el estómago sino en la boca, con la masticación y la ensalivación, masticar correctamente se convierte en una de las prácticas nutricionales más importantes. Algo que no solo evitará que te atragantes o que tengas una digestión pesada, sino que también calmará la ansiedad a la hora de comer y te ayudará a prevenir otro tipo de problemas como la aparición de infecciones en la cavidad oral, tal y como demuestran diversas investigaciones realizadas en los últimos años.
Una de ellas, desarrollada en China y publicada en ‘The American Journal of Clinical Nutrition’, revela que cuando se mantiene la comida en la boca masticando 40 veces, el consumo de calorías es un 11,9% inferior que cuando solo se mastica 15 veces. El estudio señala que masticar más está asociado con niveles sanguíneos inferiores de grelina, la hormona que estimula el apetito, y niveles más altos de CCK, la hormona producida en el intestino delgado, que lo reducen. Además, insiste en la importancia de triturar los alimentos para absorber los nutrientes de manera óptima.
Otro estudio, esta vez dirigido por investigadores de la Universidad de Manchester, concluye que una masticación adecuada también nos puede proteger frente al desarrollo de infecciones en la cavidad oral. La capacidad del sistema inmune para combatir las infecciones se encuentra condicionada por la dieta, pero no se trata únicamente del tipo de alimentos que comemos, sino también de la paciencia que tenemos para procesarlos antes de digerirlos.
Además, los expertos destacan otros beneficios de masticar los alimentos correctamente:
- Evitamos la entrada excesiva de aire con la deglución, reduciendo los gases, la distensión abdominal y las digestiones pesadas.
- Mejora la absorción de nutrientes y el tránsito intestinal, ya que los alimentos bien masticados se digieren mejor y atraviesan de forma más fácil la pared intestinal al interior de las células.
- Se activa el mecanismo de saciedad: ya que cuanto más masticamos, más lento comemos y, en consecuencia, más saciados nos sentimos. Prolongar la masticación hace que tengamos menos apetito durante el resto del día.
- Detectamos las características nutricionales de los alimentos, potenciando la percepción del sabor y la textura de los alimentos.
- Favorece el desarrollo del sistema nervioso, fortaleciendo los dientes, las encías y el sistema osteoarticular de la cara.