Son muchas las investigaciones que demuestran que no solamente el gusto influye a la hora de percibir los atributos de los alimentos. Su olor, su apariencia y su textura son factores que pueden condicionar nuestras percepciones, pero todavía hay más. Un último estudio llevado a cabo por Peter Stewart, profesor de psicología de la Universidad Memorial de Terranova de Canadá, y su compañera de investigación Erica Goss, determina que existen elementos contextuales que también intervienen en la experiencia de los comensales a la hora de abordar los distintos alimentos.
Concretamente, este experimento analizó cómo los consumidores percibían el sabor y la calidad de una tarta de queso servida en platos con formas y colores distintos. ¿El resultado? La vajilla blanca y redonda mejoró algunos juicios básicos como son la intensidad de sabor y la calidad. Tras recoger los diversos datos, se determinó que para los participantes la tarta de queso era más dulce y con mejor sabor cuando esta se servía en platos blancos y redondos.
A pesar de estos resultados, los investigadores señalan que todavía no está claro por qué esto ocurre. Consideran que podría darse por el aspecto familiar del plato blanco redondo, aunque también apuntan que las asociaciones aprendidas pudieron influir en las calificaciones que los consumidores dieron a los distintos platos. El color blanco, por ejemplo, tiene significados implícitos como la pureza, el brillo o la limpieza, lo que puede explicar el porqué de los resultados obtenidos, según los investigadores.
Las conclusiones extraídas pueden ser de gran utilidad para restauradores y cocineros que, al ser conscientes de la posible influencia del plato y su color en las percepciones de los consumidores, pueden adaptar las presentaciones de sus platos. Aun así, los artífices de este innovador estudio son cautos ya que deben combinarse ambas variables, color y forma, y saber cuál es el atributo perceptual que más interesa en un determinado plato para poder emplear el conocimiento de estas interacciones de manera ventajosa.
Los cubiertos y la atmosfera, también claves de la experiencia culinaria
Anteriores investigaciones demostraron que, al igual que la vajilla, los cubiertos, el material de los platos y el ambiente también determinan nuestra predisposición hacia los alimentos. Los expertos afirman que lo importante es la consonancia, apuntando que un buen plato servido en el lugar incorrecto y con los cubiertos incorrectos puede no derivar en los resultados esperados. Lo mismo ocurre con el sonido y el ambiente del local, que de no ir en relación al plato que vamos a degustar, podría empeorar nuestra experiencia gastronómica.
BioMed
BBC