Las investigaciones realizadas sobre cómo afecta un alimento al organismo, suelen analizar el contenido nutricional individualmente (grasas, carbohidratos, proteínas, minerales, vitaminas, fibra…). Las últimas investigaciones realizadas afirman que los efectos en la salud de un determinado alimento no se pueden establecer en base a los nutrientes que contiene de forma individual, sino que hay que evaluar todos los alimentos que se consumen a la vez y tener en cuenta los métodos de elaboración.
Un equipo de expertos del Departamento de Nutrición, Ejercicio y Deportes de la Universidad de Copenhague afirma que la comida no es únicamente la suma de nutrientes, esto se demuestra al comprobar que los efectos que provoca un alimento en el organismo en ocasiones son contrarios a los efectos esperados en base a su contenido nutricional. Cuando comemos no consumimos los nutrientes individualmente, sino que ingerimos una combinación de nutrientes, por lo que hay que evaluar la comida en su conjunto.
Uno de los ejemplos proporcionados por los expertos, es el caso de las almendras, que contienen una elevada cantidad de grasa pero durante la digestión en el organismo se libera menos de la esperada. La explicación es la combinación de sus nutrientes, los métodos de producción o preparación (crudas, tostadas, fritas…).
En un estudio realizado por expertos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (ARS) se utilizó una metodología nueva para establecer el contenido calórico de las almendras teniendo en cuenta diferentes parámetros para determinar cómo afecta el procesamiento que sufre un alimento en su contenido calórico y en la energía metabolizada a partir de su ingesta.
Así mismo un equipo de expertos en nutrición, alimentación y epidemiología, realizó una investigación que centró la atención en los productos lácteos, y cómo la mezcla de micronutrientes y sustancias bioactivas podía afectar a la digestión y alterar las propiedades nutricionales del alimento, afectando a la salud de un modo diferente al esperado. En base a los resultados, se concluyó que ciertos derivados lácteos tienen un efecto diferente y más beneficioso en la salud ósea, el peso corporal y en la prevención del desarrollo de enfermedades cardiovasculares de lo que cabría esperar.
Según los expertos para determinar los efectos en la salud de un alimento no se puede hacer mediante un análisis individual de los nutrientes.
En la actualidad hay mucho conocimiento sobre cómo interaccionan ciertos nutrientes para su asimilación en el organismo, pero todavía hay mucho que estudiar al respecto.
Fuente: La República