Siempre vamos con prisas, apuramos hasta el último minuto en la cama, nos olvidamos de la importancia de desayunar y acudimos al trabajo con el estómago vacío o un café bebido. Esta situación puede -y debe- cambiar en vacaciones. Durante unos días, ya no tenemos la obligación de estar pendientes del despertador y disponemos de más tiempo para cuidar nuestra dieta que, en el fondo, es cuidar nuestra salud. Los nutricionistas señalan que el 25% de nuestra ingesta calórica diaria debería tomarse durante el desayuno. En InfoAlimenta ya te explicamos cómo debería un desayuno equilibrado y ahora te recomendamos algunos alimentos que podrían hacer más completo tu desayuno en vacaciones, para iniciar la mañana lleno de energía.
Café o té.
Son una magnífica formar de poner a tono nuestro organismo y de prepararlo para disfrutar a tope de una jornada de vacaciones, en la playa, en la piscina, haciendo una ruta por la montaña… Tanto el café como el té mejoran nuestro rendimiento mental y además nos ayudan a quemar calorías durante el día. Se ha comprobado también que tienen propiedades antioxidantes que los convierten en el aliado ideal para nuestras arterias. Si no te gusta el sabor del café o del té, siempre hay otras opciones. En el mercado encontrarás todo tipo de infusiones o bebidas elaboradas con cacao o cereales que te ayudarán también a ponerte en marcha.
Huevos.
Forman parte de la tradición británica y casi nunca tenemos tiempo para prepararlos cuando estamos trabajando. En vacaciones, puedes incorporarlos perfectamente a tu desayuno. Pochados, revueltos… los huevos admiten múltiples propuestas y, en contra de su mala fama, no tienen tanto colesterol como parece. Además, tienen un efecto saciante por lo que te ayudarán a comer menos el resto del día y poseen propiedades para cuidar la salud de tus ojos y tu rendimiento cerebral.
Frutos secos.
Potasio, magnesio, grasas saludables. Aportan tantos nutrientes que resulta difícil resumirlos en este artículo. No está de más que los integres en tu desayuno. Como los huevos, admiten múltiples opciones: solos, con yogur, en un bol de cereales…
Frutos del bosque.
Los frutos del bosque destacan por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Grosellas, moras, frambuesas, fresas, arándanos, elige los que prefieras –todos son buenos– y, de nuevo, agrégalos a los cereales o los yogures.
Yogur.
Elige el que más te guste. Natural, con sabores o con trocitos de frutas; entero o desnatado, el yogur facilita la asimilación de nutrientes, favorece la absorción de las grasas, combate las diarreas y el estreñimiento, disminuye el colesterol y reduce los efectos negativos de los antibióticos. Además, contiene minerales esenciales como calcio, magnesio y fósforo. Como te comentábamos, puedes añadirle un puñadito de frutos secos o de frutas del bosque o también ambos.
Hasta aquí nuestras recomendaciones para comenzar el día con buen pie y mejor aún si estás de vacaciones. Recuerda que cuidar tu desayuno es cuidarte un poco más a ti mismo. ¡Disfrútalo!
Fuente: Guía de la alimentación saludable. Sociedad Española de Nutrición