Tradicionalmente, el kale, también conocido como berza o col rizada, ha sido siempre un alimento muy consumido en Europa, especialmente entre la población de Alemania e Inglaterra. En la dieta española, ha ido cobrando protagonismo en los últimos años por sus propiedades nutritivas, corroboradas por los últimos estudios.
Ahora que se acerca el verano, el kale es un alimento ideal para incluir en nuestra dieta. La alta cantidad de agua en su composición lo convierte en un alimento bajo en calorías, funcionando como un gran antioxidante para el organismo a la vez nos produce un efecto de saciedad. De entre todos los beneficios que se le atribuyen, destaca su riqueza en minerales como calcio, hierro o magnesio y la gran proporción de Vitamina C que contiene, convirtiéndolo en un alimento altamente nutritivo.
Por otro lado, su riqueza en proteínas (10%) y fibra (3%) lo convierten en el alimento perfecto para acompañar a nuestros platos. A pesar de ser un vegetal fácil de cocinar, lo ideal para ingerir todos sus nutrientes es consumirlo crudo, después de un cuidadoso lavado. En el caso de que se optara por cocinarlo, es recomendable cocerlo en poca cantidad de agua, para así conservar de manera óptima sus minerales y vitaminas hidrosolubles.
Sin embargo, actualmente está de moda consumirlo en forma de zumo, licuándose con otros vegetales y frutas como apio, pepino, manzana, pera espinacas o jengibre.
El kale pertenece a la familia de las coles Brassicaceae al igual que el brécol, la coliflor y las coles de Bruselas, aunque procede de la costa sur y oeste de Europa. Actualmente, debido su riqueza nutricional, se cultiva por toda Europa, Japón e incluso Estados Unidos.