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Comer en la oficina de forma saludable es posible

Aunque a muchos nos cueste asumirlo, el verano se está terminando y esto implica entre otras cosas, la vuelta al trabajo. Y lo que es peor: la jornada completa con turno partido. Seguro que tú, que estás leyendo esto, has comido deprisa y mal un simple tupper o el menú del bar de al lado de la oficina. Vas a echar de menos las vacaciones, las sobremesas interminables con la familia y los amigos, las siestas y un largo etcétera. Pero puedes hacer la vuelta al trabajo más amena y tus comidas serán una buena manera de hacer del momento de descanso algo delicioso. No dejes que el estrés y las prisas arruinen tu comida. Comer de vez en cuando en el bar no está mal, pero cada vez son más los que prefieren preparar su propia comida casera para el día siguiente en la oficina. De esta manera te aseguras de saber lo que estás comiendo. La comida en la oficina no tiene por qué ser algo rutinario y monótono. Si te organizas bien el día anterior desearás que llegue tu hora de descanso para comer. Lo primero que debes tener en cuenta que comer de tupper no significa echar lo que tengas en la nevera a diestro y siniestro. Ten en cuenta que, durante tu jornada laboral, aunque te mantengas sentado, vas a necesitar proteínas, hidratos de carbono, vitaminas, grasas y fibra. Asegúrate de mantener un cierto equilibrio nutricional durante la semana y tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán. Algo muy importante es disponer de una nevera en tu centro de trabajo. Aquéllos que, desafortunadamente, no puedan contar con ella deben asegurarse de que los ingredientes aguanten bien durante el día y evitar los alimentos perecederos. En caso de pescados y carnes, es muy importante que estén bien cocinados ya que esto evitará que se pongan en mal estado. Algunas de las mejores opciones para llevar en tupper son pasta, legumbres, tortillas (de cualquier tipo), croquetas, ensaladas (acuérdate de añadirle un poco de limón para que se conserven mejor y no adquieran un color ennegrecido) o filetes de carne. También te recomendamos que lleves, al menos, una pieza de fruta o alguna macedonia para tomar después de la comida. ¿Y si me entra hambre entre horas? En estos casos, no debes dejar que tu antojo sea quien te controle a ti. Las frutas son una buena opción para matar el “gusanillo”, al igual que los cereales integrales un rato antes de la comida. Además, esto hará que comas menos luego y aportan muchos nutrientes. Los frutos secos también son un buen aliado en la oficina. Basta con que comas un puñadito de almendras o nueces para saciar tu estómago y llegar a la comida o a la cena sin tanta hambre. Si sigues estos consejos te darás cuenta de que comer en la oficina un tupper no es sinónimo de comer mal y de forma no saludable, sino todo lo contrario.