Los alimentos probióticos
ayudan a regular la flora intestinal y poco a poco se van haciendo un hueco en nuestra dieta diaria por sus posibles beneficios para aliviar los síntomas asociados a algunas patologías como la
enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa[1], la diarrea causada por antibióticos[2] o la artritis[3].
Sus mecanismos de acción son varios, aunque la manera exacta en la que ejercen sus efectos aún no está del todo clara. Estos van desde la producción de ácidos grasos de cadena corta o la reducción del pH intestinal (que mejoran el ambiente para el desarrollo de una buena flora intestinal), hasta la estimulación de la función barrera de la mucosa o la inmunomodulación (teniendo un impacto positivo sobre el sistema inmunológico).
Su consumo – sobre todo si es a través de su presencia en alimentos – es recomendable si estás tomando antibióticos, tras un episodio de diarrea, fuerte descomposición o gastroenteritis, cuando sufres gripes, resfriados o enfermedades infecciosas como la cistitis. Lo que parece ser que ocurre en estos casos es que los probióticos facilitan que la flora intestinal se reponga cuanto antes y podamos volver a la normalidad.
La gama de productos alimenticios que contienen probióticos es amplia y sigue creciendo. Los principales productos existentes son obtenidos a partir de procesos de fermentación de ciertos alimentos, que, entre otros, se encuentran incluidos dentro del grupo de los lácteos, los vegetales o los cereales y legumbres.
El probiótico por excelencia es el
yogur, obtenido por la fermentación del ácido láctico de la leche previamente sometida a tratamiento térmico suave. También se pueden considerar probióticos
algunos quesos, siempre y cuando no hayan sido pasteurizados después del proceso de fermentación. Menos conocidos, pero igualmente ricos en probióticos son:
- El kimchi, el plato nacional de Korea que consiste en una preparación fermentada de nabo, pepino, col china, y sal a la que se le añade salsa con ajo, jengibre o chiles.
- La kombucha, una bebida de té fermentado y con la posibilidad de ser saborizado y/o endulzado con frutas como las cerezas o raíces como el jengibre.
- El kéfir, muy parecido al yogur búlgaro, aunque de sabor más fuerte y ácido.
- El chucrut, muy típico en Alemania que se prepara fermentando col o repollo en trozos con bacterias ácido lácticas, junto con agua, vinagre y sal.
- El tempeh, que se produce fermentando soja (o a veces también garbanzos) y tiene forma como de barra rectangular. Es de origen indonesio y los vegetarianos lo usan como sustitutivo a la carne por su alto contenido en proteínas.
Además de estos alimentos, los probióticos también pueden encontrarse en forma de suplementos como cápsulas, líquidos o en polvo. Lo recomendable es consumirlos junto a alguna comida, aunque todavía no existe un consenso claro sobre cuál es el mejor momento del día para tomarlos. Lo que sí que es importante es que para que no pierdan sus propiedades no hay que dejarlos expuestos al aire, el calor o a la luz.
A pesar de que se puedan conseguir en formato cápsula, lo mejor es consumirlos como parte de los alimentos fermentados. Así que ya sabes, a partir de ahora, cuando hagas la lista de la compra no te olvides de incluir alguno de estos alimentos. ¡Tu cuerpo lo agradecerá!
Fuentes:
Sociedad Española de Probióticos y Prebióticos:
https://sepyp.es/wiki/
OMS Y FAO. Probióticos en los alimentos Propiedades saludables y nutricionales y directrices para la evaluación. Consultado el 28/02/19:
http://www.fao.org/3/a-a0512s.pdf
Sociedad Iberoamericana de Información Científica:
https://www.siicsalud.com/dato/resiic.php/157144/b
[1] Organización Mundial Gastroenterología.Guía probióticos.: http://www.worldgastroenterology.org/UserFiles/file/guidelines/probiotics-and-prebiotics-spanish-2017.pdf
[2] Actualización de probióticos, prebióticos y simbióticos en nutrición clínica. Elsevier. Internet. Consultado 01.03.19. http://www.elsevier.es/es-revista-endocrinologia-nutricion-12-articulo-actualizacion-probioticos-prebioticos-simbioticos-nutricion-S1575092216301139
[3] Los probióticos y prebióticos pueden prevenir o mejorar ciertas enfermedades. Sociedad Europea de Neurogastroenterología. Internet. Consultado el 28.02.19: https://www.gutmicrobiotaforhealth.com/es/los-probioticos-y-los-prebioticos-pueden-mejorar-o-prevenir-el-desarrollo-de-ciertas-enfermedades/