Biblioteca de Alimentos
NOMBRE Y DEFINICIÓN DEL ALIMENTO
Se conoce como bebidas espirituosas o destiladas a aquellas bebidas procedentes de la destilación de materias primas agrícolas (uva, cereales, frutos secos, remolacha, caña, fruta, etc.). Se trata, así, de productos como el brandy, el whisky, el ron, el gin, el vodka, o los licores, entre otros.
Las bebidas destiladas contienen etanol, que es el alcohol apto para consumo humano que está presente en todas las bebidas alcohólicas. El etanol, en el caso de las bebidas espirituosas procede de la destilación, que es el proceso tradicional de separación física, por aplicación de calor, del alcohol del resto de componentes presentes en todo líquido obtenido por fermentación de un producto vegetal de origen agrícola. De este modo, el proceso de destilación no sólo concentra el alcohol, sino que elimina una gran cantidad de impurezas de sabor desagradable.
HISTORIA
No se conoce a ciencia cierta el origen de la destilación. Algunas fuentes llegan a asociarla con la civilización egipcia, aunque la primera referencia escrita aparece en textos chinos del S. IV. No obstante, los primeros maestros destiladores fueron los árabes. De hecho tanto la palabra alcohol como alambique (el principal elemento utilizado en la destilación) son de ascendencia árabe. La primera referencia registrada se la disputan Abul Kadim y Fahzes, ambos médicos árabes del S. X.
Originariamente sólo se destilaba el vino, pero más adelante comenzaron a destilarse todo tipo de líquidos o bebidas fermentadas. En sus orígenes los alquimistas perseguían obtener elixires que curasen diversas enfermedades, como panaceas contra el dolor o para alcanzar la inmortalidad.
Curiosamente, los primeros licores obtenidos en la Edad Media, fueron destilados por monjes, algo que todavía continúan realizando ciertas órdenes religiosas tanto en España como en otros países europeos.
CÓMO LLEGA A NUESTRA MESA
Durante siglos, las bebidas espirituosas se utilizaron como reconstituyentes, medicamentos para todo tipo de dolencias o signos de hospitalidad, fomentándose en consecuencia el interés por la mejora de su sabor. Poco a poco se fueron añadiendo a las fórmulas distintos elementos, como bayas, frutas, semillas, hierbas y hojas, café, azúcar, flores, maderas aromáticas…
Así, los destilados han ido encontrando un lugar privilegiado en la sobremesa o como aperitivos, convirtiéndose en broche de oro de ágapes y celebraciones y acumulando componentes culturales en referencia a sus orígenes geográficos y antropológicos, sus usos, sus célebres productores y especialistas, las empresas y la riqueza creadas en torno a ellos.
En nuestro país se comercializan una gran variedad de bebidas destiladas que son consumidas por la mayoría con responsabilidad y moderación, como es propio de nuestra cultura mediterránea, siendo, además, parte esencial en la coctelería tradicional y moderna, la gastronomía, el turismo y la industria del ocio en general. De este modo, los destilados han llegado a nuestros días en forma de aguardientes, whisky, ron, gin, brandy, anís, vodka, licores, cremas, etc, que bien pueden consumirse solos o mezclados con refrescos, zumos de frutas, otras bebidas con contenido alcohólico. O bien en forma de postres (tartas de licor o bombones), sorbetes, dulces o helados.
Desde la Federación de Bebidas Espirituosas han lanzado una campaña contra el consumo de alcohol en menores, ¿has entrado en la web www.menoresniunagota.es?