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Nombre y definición del alimento

El huevo es mucho más que un alimento para el hombre. Está presente en numerosos ritos y expresiones populares, en la mitología y en el arte. El huevo de gallina (Gallus gallus) es desde la antigüedad un alimento muy importante para el hombre y su consumo es casi generalizado en todo el mundo en la actualidad.

El diccionario de la Lengua Española de la Real Academia define huevo (del latín ovum) como “cuerpo redondeado, de tamaño y dureza variables, que producen las hembras de las aves o de otras especies animales, y que contiene el germen del embrión y las sustancias destinadas a su nutrición durante la incubación”. En su segunda acepción es el “huevo de gallina, especialmente destinado a la alimentación humana”.

Historia

Como alimento, difícilmente se pueden condensar tantas virtudes en tan pequeño volumen. No es de extrañar que siempre haya sido muy apreciado. En tiempos de escasez, al ser considerado muy nutritivo, se guardaban los huevos para las personas que más los necesitaban (niños, ancianos, enfermos, embarazadas) a modo de reconstituyente y en las mesas de los grandes señores era un manjar muy apetecible ya que ofrecía numerosas posibilidades para su disfrute gastronómico.

Tanto en crudo, que desde siempre ha sido la forma primaria de consumirlo, como en las numerosas recetas en las puede emplearse como ingrediente, se convierte en insustituible. Hoy en día es un alimento de consumo generalizado en todo el mundo, y especialmente importante en la dieta de poblaciones con aporte escaso de proteínas de origen animal en la dieta. Por otro lado, el consumo de huevos ha resurgido como una moda reciente al incorporarse en la alimentación de quienes buscan beneficios añadidos para el organismo: en salud, como en el caso de los ovolactovegetarianos, que vuelven a lo esencial en la alimentación; o en funcionalidad, caso de los deportistas, que lo consumen por su proteína de alta calidad para generar masa muscular.

Además de la importancia de su aporte nutricional, su sabor, color, textura y cualidades organolépticas particulares lo han convertido en un alimento básico e imprescindible de la cocina de hoy. Con el huevo podemos hacer comida rápida o tradicional, sofisticada, básica, gourmet y casera, sabiendo que no nos defraudará porque a pesar de su sencillez y de tratarse de uno de los alimentos más asequibles que podemos encontrar, un huevo es siempre y sobre todo un alimento sabroso, listo para su consumo, versátil y sano.

Valoración nutricional

El huevo juega un papel importante en la dieta, es un ingrediente básico en la cocina y de alto valor nutritivo. Es el alimento con mayor densidad de nutrientes de entre los que habitualmente consumimos. Dichos nutrientes además, están disponibles para ser utilizados por el organismo.

El huevo es especialmente rico en aminoácidos esencialesácidos grasos y algunos minerales y vitaminas necesarias en la dieta. Su alta concentración de nutrientes y su bajo aporte calórico ponen de relieve su papel en la dieta. Los componentes nutricionales están heterogéneamente repartidos, existiendo importantes diferencias entre la clara y la yema. La grasa, el colesterol y algunos micronutreientes se encuentran en la yema. La clara, sin embargo, está formada principalmente por agua (88%) y proteínas (11%), siendo la ovoalbúmina la más importante.
Los huevos aportan al total de la dieta una apreciable cantidad de proteína de fácil digestión y un perfil de aminoácidos similar al que se considera ideal para el ser humano. Por esta razón, se dice que es de alto valor biológico (94 en una escala de 100).
Dos huevos aportan unas 141 kcal, lo que supone un 7% de la energía diaria recomendada para un adulto, que necesita 2000kcal.

El huevo no contiene hidratos de carbono, por lo que la energía procede fundamentalmente de su materia grasa. La calidad de la grasa presente en el huevo es buena pues el contenido de AGM (ácidos grasos monoinsaturados) y AGP (ácidos grasos poliinsaturados) supera ampliamente al de la grasa saturada. Contiene también AGP Omega-3 como EPA y DHA que han demostrado efectos beneficiosos sobre la salud.

Muchos de los nutrientes del huevo están presentes de una forma que los hace fácilmente disponibles, es decir, aprovechables para el organismo humano. Es importante recordar, que el color de la cáscara no influye en el valor nutricional del huevo.

Cómo llega a nuestra mesa

Procedentes de la granja, a su llegada al centro de clasificación y envasado los huevos son seleccionados. Se consideran aptos para el consumo humano directo los huevos frescos, denominados huevos de categoría A.

Los huevos no se lavan ni se limpian por otros procedimientos antes o después de la clasificación. Tampoco se someten a ningún tratamiento den conservación ni refrigeración a temperaturas inferiores a 5 ºC.

Una vez que el huevo ha sido seleccionado y clasificado, se envasa. Los embalajes de los huevos deben ser resistentes a golpes, estar secos, limpios y en buen estado.
Un huevo fresco debe venderse al consumidor en los 21 días posteriores a la fecha de puesta, aunque se puede consumir hasta la fecha de consumo preferente indicada en el estuche, que es de 28 días después de la puesta.

Hay que tener en cuenta que desde la puesta del huevo hasta que llegan al supermercado, no pasa más de uno o dos días, y en el momento de usarlos, el consumidor es la primera persona que lo toca con la mano, por lo que sólo se han de lavar justo antes de su consumo.

Para más información visita: www.huevo.org.es

Echa un vistazo a la campaña “El Huevo de Etiqueta”: