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La influencia de la dieta en la osteoporosis

INTRODUCCIÓN La osteoporosis (hueso poroso) es una alteración del esqueleto que se manifiesta con la edad y en la que se produce una reducción tanto del contenido en minerales de los huesos (principalmente fosfato cálcico), como de su matriz orgánica (proteína). La enfermedad en sí misma no produce dolor ni origina deformidades. Su importancia radica en el hecho de que aumenta significativamente el riesgo de que se produzca una fractura de los huesos, incluso con el más mínimo traumatismo. Factores de riesgo Los factores que suponen una mayor predisposición a padecer osteoporosis son: la edad, la raza, el sexo, la constitución física, la herencia genética, la dieta y la falta de ejercicio. Vamos a centrarnos en los de la dieta: Calcio de la dieta La prevalencia de la osteoporosis suele ser mayor en los países desarrollados en los que las ingestas de calcio son generalmente más elevadas que, por ejemplo, en los países africanos, donde el consumo de calcio es reducido. Esta aparente paradoja se puede deber a diferencias raciales, a distintos modelos de ejercicio físico y a la capacidad de adaptación a ingestas de calcio reducidas. Proteínas de la dieta La ingesta proteica también puede ser importante. Ingestas elevadas de proteína tiene un efecto adverso sobre el equilibrio del calcio, debido a un aumento de la eliminación urinaria. Los productos lácteos, aunque ricos en proteínas, no tienen esta desventaja ya que el efecto de la elevada ingesta de proteínas que proporcionan se ve compensado por su importante contenido en fósforo, que potencia el equilibrio, el alto contenido y la biodisponibilidad del calcio. Carencia de vitamina D La carencia de vitamina D produce raquitismo en los niños y osteomalacia en los adultos. No existen pruebas concluyentes de que la concentración en plasma de 25-hidroxi-colecalciferol (un indicador del nivel de vitamina D) sea notablemente inferior en pacientes con fracturas por osteoporosis que en sujetos de edades similares. Tampoco ha quedado claramente demostrado que en los experimentos en los que los sujetos recibieron esta sustancia dieran resultados satisfactorios en cuanto a la reducción o prevención de las fracturas en mujeres postmenopáusicas. En cualquier caso, el uso de vitamina D o de sus metabolitos como complementos precisan una estricta supervisión médica, pues existen riesgos de hipercalcemia aguda o de toxicidad. Alcohol y cafeína Algunos estudios han indicado que el alcohol y la cafeína pueden contribuir a la pérdida ósea. Prevención y tratamiento de la osteoporosis Estrógenos Los estrógenos son hormonas que inducen al crecimiento de la masa ósea y afectan a los tejidos reproductivos. Reducen o suprimen completamente la pérdida de tejido óseo en las mujeres postmenopáusicas y actúan principalmente reduciendo la resorción ósea. Se han recetado estrógenos de origen animal a mujeres postmenopáusicas para prevenir el progresivo deterioro de sus huesos, pero dichos estrógenos producen efectos secundarios. Se están estudiando estrógenos de origen vegetal, denominados fitoestrógenos. Los más importantes en la dieta son las isoflavonas (derivados básicamente de la soja) y los lignanos, que se encuentran presentes en concentraciones elevadas en la semilla de linaza, y en diversos cereales, vegetales, frutas y legumbres. La soja tiene acción terapéutica y preventiva sobre la osteoporosis, ya que contribuye a la calcificación de los hueso y evita la pérdida de masa ósea durante la menopausia. Esto ha sido confirmado por dos estudios dirigidos por el profesor Jesús Fernández Tresguerres, catedrático de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid. Aunque los ensayos fueron realizados en modelos animales demostraron que la “Phytosoya” (un preparado de soja) se comportaba ante la osteoporosis de forma parecida a los estrógenos, concretamente, el “estradiol” (hormona femenina), pero el preparado de soja a diferencia de los estrógenos, no ocasionaba efectos secundarios en el sistema reproductivo. El ejercicio físico Andar, hacer jogging o danza durante 30 minutos diarios reduce la pérdida ósea en mujeres postmenopáusicas. No se ha demostrado que el ejercicio prevenga las fracturas. Flúor El flúor estimula la actividad de los osteoblastos y aumenta la masa ósea trabecular en pacientes con osteoporosis vertebral aguda, pero estudios recientes han sugerido que, a pesar del aumento de masa ósea, las fracturas siguen produciéndose. Se necesitan dosis elevadas de flúor, aunque éstas pueden causar defectos en la mineralización, por consiguiente, es preciso administrar el tratamiento bajo rigurosa supervisión de un especialista. Calcio Aunque no se han obtenido resultados concluyentes al administrar a individuos una dosis de “calcio extra” que se suma a su ingesta normal, si existe, hoy día, un acuerdo universal en virtud del cual se recomienda la ingestión de calcio en su dieta.
TABLA I Ración diaria de calcio recomendada en las distintas edades
Edad
mg/día
0-0,5 años
360
0,5-1 año
540
1-10 años
800
10-24 años
1200
Adulto
800
Embarazo
1200-1400
Lactancia
1200-1400
Personas Mayores
1200-1600
Los alimentos que más calcio contienen son la leche y sus derivados (especialmente el queso) seguidos de sardinas, coles, espinacas, acelgas, almendras, garbanzos, etc. Compuestos sintéticos Un estudio publicado en la revista científica “Science”, del 25 de Octubre de 2002, expone el hallazgo de un compuesto sintético que contiene estrógenos, llamado “estreno”, con la capacidad para revertir la pérdida de masa ósea sin afectar a los órganos reproductivos, lo que elimina el riesgo de tumores. Los experimentos han sido realizados con ratones en la Universidad de Arkansas y pueden convertirse en una alternativa para la osteoporosis si se demuestra su eficacia en humanos. Los estrógenos son hormonas que actúan en el organismo a través de dos cascadas de señales, una de ellas induce el crecimiento de la masa ósea y la otra afecta a los tejidos reproductivos, lo que explicaría los casos de cáncer de mama y ovario observados. El compuesto sólo actúa a través de la primera ruta molecular. La administración de esta molécula dio lugar a una mejoría de la densidad ósea en los animales, sin que afectasen a sus tejidos reproductivos ni dieran lugar a tumores. BIBLIOGRAFÍA
  • Comité de Organizaciones Agrícolas de la C.E.: “Leche y salud: un análisis europeo de Informes Científicos”. Ray Mac Sharry, miembro de la Comisión de las Comunidades Europeas.
  • Miembros de la Comunidad Europea. “Informe de la osteoporosis en la Comunidad Europea. Desarrollar huesos fuertes y prevenir facturas”. Sociedad Española de Reumatología.
  • Fred Brouns and Cees Vermeer (2000). “Functional food ingredients for reducing the risks of osteoporosis”. Trends in Food Science & Technology number 11. Elsevier. Pages 22-33.