Articulos de interés
Relación entre las emociones y la alimentación
1.- INTRODUCCIÓN:
El tratamiento del diabético es un todo
El tratamiento de la diabetes mellitus está sostenido en una serie de pilares: insulina, hipoglucemiantes orales, educación diabetológica y una correcta alimentación.
Esta alimentación es esencial para el cuidado y el manejo de la diabetes, constituyendo un instrumento que nunca debe olvidar el paciente con diabetes. Muchas veces la alimentación por sí sola no sirve para controlar la diabetes, pero lo que sí parece firme es que sin una dieta razonable, el control de la diabetes es mucho más complejo por no decir imposible.
La adherencia a una dieta correcta tiene que tener en cuenta de una manera individual al paciente en sus aspectos socioculturales, profesionales y económicos. Estas consideraciones son fundamentales para tratar de conseguir un modelo de alimentación individualizado.
2.- Los objetivos de la dieta en la diabetes
Los objetivos del régimen son los siguientes:
- Asegurar la calidad y cantidad de lo que se come para poder trabajar y distraerse. Si se desea tener hijos y amantarlos; crecer si se es niño; comer, de forma equilibrada, para satisfacerse.
- Asegurar las mejores glucemias posibles, evitar los períodos prolongados de hiperglucemia y los episodios demasiado pronunciados o repetidos de hipoglucemia, todo en función de los objetivos glucémicos, a determinar en cada caso, teniendo en cuenta la medicación.
- Impedir que las arterias se obstruyan a nivel del corazón (infarto), de las piernas (arteriopatía); impedir también la hipertensión arterial, es decir, impedir que su aparato vascular envejezca más rápidamente de lo normal por efecto de los llamados ateromas.
- Permitirle tener el placer de comer lo que le guste, lo que le gustaría o lo que está acostumbrado. En la medida en que esté usted dispuesto a pagar el precio puede usted comer lo que le guste, con la familia, con los amigos, en casa o en el restaurante.
- Que la dieta sea completa bajo el punto de vista nutricional.
- Que la dieta proporcione un número de calorías adecuado para mantener o reducir el peso: que en los niños y adolescentes se asegure un crecimiento y desarrollo normales.
- Incrementar las necesidades calóricas en el embarazo y lactancia, así como en situaciones catabólicas de enfermedad.
- La dieta debe prevenir y ayudar a tratar las complicaciones agudas sobre todo las hipoglucemias entre comidas o tras ejercicio.
- Debe colaborar en el tratamiento de las complicaciones crónicas como nefropatía diabética, neuropatía autonómica o enfermedad cardiovascular.
- Debe conseguirse una alimentación equilibrada y variada que apenas se diferencie de la recomendada a la población general, adaptándola al estilo de vida, profesión y entorno familiar.
- Identificar y conocer de forma práctica los alimentos y su composición, al menos de los más habituales.
- El paciente debe aprender a manejar las tablas de composición de los alimentos y saber intercambiar los mismos para adaptarlos a su entorno familiar, social y profesional.
- Se le debe enseñar cambios en el estilo de comer, sobre todo en los pacientes con obesidad o síndrome metabólico.
- Se tratará de conseguir una dieta individualizada.
- Recomendar espaciar las comidas a lo largo del día, sobre todo los pacientes que utilizan hipoglucemiantes orales, con objeto de evitar cifras de glucemia elevadas antes de las comidas o después de las mismas. Es recomendable realizar ejercicio físico moderado en horas mas o menos fijas y considerando siempre el momento de máxima acción de los fármacos utilizados.
- En los pacientes que se administran insulina, se debe repartir los alimentos en 5-6 tomas al día y al igual que en los diabéticos tipo 1, las tomas deben ser ajustables a la cantidad de insulina administrada.
- El conocimiento de grupos de alimentos permite sustituir unos por otros, una vez conocida la cantidad equivalente de los mismos. Esto evita la monotonía en la elaboración de los platos. Permite también adaptar las comidas a las costumbres regionales, familiares y laborales de los pacientes individualizando la dieta así como las circunstancias especiales: viajes, comidas fuera de casa, etc.
- Lácteos y derivados: leches, quesos, yogur, cuajada. Ricos en proteínas de alta calidad biológica y calcio. Tienen una función plástica importante.
- Carnes, pescados y huevos. Ricos en proteínas de alta calidad biológica, en hierro y algunas vitaminas. Algunos son ricos también en grasas saturadas. Tienen una función plástica.
- Legumbres, tubérculos y frutos secos. Alimentos farináceos o hidrocarbonados. Las legumbres y tubérculos son ricos también en proteínas y fibras. Los frutos secos son ricos en proteínas, grasas y minerales.
- Cereales y derivados. Ricos en carbohidratos complejos y también en los de absorción rápida.
- Verduras y hortalizas. Ricos en vitaminas minerales y fibra.
- Frutas. Ricos en vitaminas y minerales. Algunas son ricas en azúcares y fibra.
- Grasas. Ricas en vitaminas Iiposolubles y ácidos grasos esenciales.
- Acosta Delgado, Domingo; Astorga Jiménez, Ricardo (2001): Alimentación y Diabetes. Servicio de Endocrinología. Hospitales Universitarios Virgen del Rocío. Editado por IM&C, S.A. Madrid. España.
- Slama G. (1989): El diabético tratado con insulina y la buena mesa. Las reglas generales de la alimentación. Editado por Ames-Bayer. París.