Articulos de interés
La congelación y nuevos procesos para alimentos congelados
Conservación por aplicación de bajas temperaturas
El uso del frío para la conservación de los alimentos, tiene como fundamento los efectos de las bajas temperaturas, tanto sobre la inhibición del desarrollo de microorganismos, como sobre la cinética de las reacciones químicas y enzimáticas, que reducen de modo considerable su velocidad.
En la conservación de alimentos se manejan diversos conceptos aplicados a las temperaturas de almacenamiento de los productos alimenticios:
- Temperaturas frescas. Comprende la zona térmica entre los 15 y los 10 ºC, adecuada para el almacenado de ciertas frutas y hortalizas.
- Temperaturas de refrigeración. Abarca la zona térmica que va desde los 6ºC hasta los 1ºC, apropiada para almacenar una gran cantidad de alimentos más o menos perecederos.
- Temperaturas de congelación. Siempre situada por debajo del punto de congelación del agua de los alimentos. Para almacenar los productos congelados, las cámaras deben estar por lo menos a 18ºC y, a veces, más frías.
- La refrigeración. Tecnología de conservación a corto plazo, basada en el poder estabilizador del frío frente a las reacciones enzimáticas y al desarrollo microbiano. El alimento debe ser mantenido a temperaturas positivas, pero próximas a 0ºC; la duración de su vida útil dependerá tanto de la naturaleza del alimento, como del envase que le proteja.
- La ultracongelación. Conservación a largo plazo mediante conservación del agua del alimento en hielo con gran rapidez y almacenado a temperaturas de 18ºC o inferiores.
- Bello Gutiérrez, J. (2000). Principios generales de los alimentos: Conservación por aplicación de bajas temperaturas. Díaz de Santos, S.A., Madrid, España.
- R+D CSIC (2004). Alimentos rebozados congelados sin prefritura. CSIC, Valencia, España.