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La avena puede representar un problema para la salud de celiacos

INTRODUCCIÓN La Enfermedad Celíaca consiste en una intolerancia permanente al gluten de trigo (gliadinas), así como a las prolaminas análogas de la cebada (hordeinas), del centeno (secalinas) y de la avena (aveninas), que afecta a 1 de cada 250 europeos. Una investigación llevada a cabo por el equipo del Dr. Knut Lundin, de la Universidad de Oslo, Noruega, y un grupo de la Unidad de Gluten del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, liderado por el Dr. Enrique Méndez, han confirmado por primera vez el desarrollo de síntomas y deterioro de la mucosa intestinal en un enfermo celíaco por consumo de avena. El único tratamiento para los celiacos se basa en una dieta estricta de por vida de alimentos exentos de estos cuatro cereales, aunque la relevancia de la avena en la enfermedad celiaca está todavía cuestionada. Actualmente no existen datos clínicos ni científicos suficientes para excluir o incluir la avena en la dieta del colectivo celiaco. Estudios clínicos llevados a cabo en los últimos años parecen confirmar que la mayoría de los pacientes celiacos no resulta afectada por el consumo de cantidades moderadas de avena. Esto puede ser debido a que las cantidades de prolaminas en las avenas son muy pequeñas en comparación con las de trigo, cebada o centeno. No obstante, la falta de control de la avena en los alimentos puede representar un problema para la salud de los celiacos, especialmente para aquellos especialmente sensibles a las aveninas. Síntomas del consumo de avena en un enfermo celíaco Los resultados de esta investigación aparecen publicados en el último número de la revista internacional Gut, que es una de las revistas científicas más prestigiosas en el área de gastroenterología y hepatología. En este reciente estudio de provocación con avena dirigido por el equipo de Knut Lundin, un total de 19 celiacos adultos consumieron 50 gramos de avena diarios durante 12 semanas. Diferentes avenas fueron analizadas por el grupo de Enrique Méndez con el kit de detección ELISA-R5. Para el estudio se utilizó una avena en la que no se detectaron contaminaciones de trigo, de cebada o de centeno. Sólo uno de los pacientes celiacos de este estudio se reveló sensible a la avena. La biopsia intestinal de este enfermo mostró una atrofia parcial, que se recuperó considerablemente al dejar de consumir avena, pero de nuevo desarrolló una atrofia subtotal y una dermatitis aguda al volver a consumir avena. Este estudio alerta sobre el posible peligro de la avena para los celiacos y sugiere de nuevo prudencia en su consumo por parte de estos enfermos. A pesar de esta incertidumbre, en los países europeos, quizás por la creencia rutinaria de que la avena no es tóxica, nunca se determinan estos componentes de la avena en los alimentos que consumen los enfermos celiacos. Según informa el CSIC, España es el único país europeo en el que se determinan las aveninas en algunos alimentos para celiacos. La Unidad de Gluten del CSIC dispone desde hace años de un kit ELISA específico para avena, desarrollado por el grupo de Enrique Méndez. En los últimos años se han analizado en esta Unidad más de 500 alimentos, procedentes principalmente de organismos oficiales como el Ministerio de Sanidad o la Junta de Andalucía y, ocasionalmente, de algunas empresas. Por fortuna, tanto el número de alimentos que contienen avena como los niveles de mezcla son, en general, bajos. ¿Qué aconsejan los científicos? Desde 1998, en países como Finlandia, se permite el consumo de avena en la dieta de los enfermos celiacos. Sin embargo, el mayor problema en el consumo de avena es que frecuentemente este cereal está contaminado con trigo y cebada, que provocan intolerancias mayores. En este estudio, utilizando el nuevo ELISA-R5 que detecta cebada al igual que trigo y centeno, se descubrió que entre 80 muestras de avenas, algunas procedentes de países nórdicos, un 83% estaban contaminadas con trigo o cebada con niveles entre 3 y 200 partes por millón de gluten. Los científicos se muestran cautos, hasta que la toxicidad de la avena no esté totalmente evaluada, antes de decidir si conviene o no testar avena en alimentos que consumen los celiacos y aconsejan, provisionalmente, no incluir la avena en la dieta del colectivo celiaco, ya que puede ser lo más prudente. BIBLIOGRAFÍA
  • K. E. A. Lundin, E. M. Nilsen, H. G. Scott, E. M. Loberg, A. Gjoen, J. Bratlie, V. E. Mendez, A. Lovik and K. Kett. “Oat induced villous atrophy in coeliac disease”. Gut, 2003, 52, 1649-1652.