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El jamón Ibérico
INTRODUCCIÓN
El jamón Ibérico es un producto único en el mundo dentro de la denominada dieta mediterránea, cuya presencia se remonta, según lo atestiguan algunos documentos, a la época romana (Ventanas, 2006). Sus especiales características organolépticas y sus propiedades nutricionales le confieren una calidad excepcional, que fundamentalmente viene dada por las particularidades del cerdo Ibérico, su alimentación, así como su proceso de elaboración y curado, ligado a un ecosistema de enorme valor ecológico.
Calidad del jamón Ibérico
La calidad del jamón Ibérico depende de una serie de pasos que van desde la granja, en este caso la dehesa, hasta la mesa.
Binomio cerdo Ibérico y dehesa
Tradicionalmente se ha concedido una gran relevancia para la calidad del jamón, a los factores relacionados con la base animal y el sistema productivo.
Entre las razas porcinas autóctonas de España, se pueden distinguir dos agrupaciones (en cada agrupación se engloban poblaciones étnicamente diferenciadas): la agrupación céltica, de piel y pezuñas claras y la agrupación ibérica, de piel oscura y pezuña negra. Dentro de esta última agrupación se encuentran las siguientes variedades: Negra, Colorada o retinta, Rubia campiñesa y Manchada o de Jabugo.
Es característico de estas razas o subrazas su lento crecimiento y por tanto, su gran capacidad para acumular grasa, que es un aspecto clave. El cerdo Ibérico es un animal rústico, cuyo cuerpo se encuentra cubierto de un espeso manto de tocino y sus músculos se infiltran de finas vetas de grasa. Los cerdos Ibéricos destinados a la elaboración de jamones se sacrifican habitualmente a una edad entre los 10-12 meses y un peso elevado (160-180 Kg.) y son siempre castrados.
Los altos niveles de grasa infiltrada en los músculos del cerdo Ibérico, idóneos para la elaboración de jamones que han de seguir un largo proceso de maduración, justifica que en los últimos años se haya acrecentado el interés de los productores por explotar en pureza las diferentes líneas o estirpes que conforman la raza porcina Ibérica. Estas líneas son seleccionadas con el objetivo de conseguir la máxima calidad de la materia prima para la elaboración de los productos curados o para la producción de la propia carne de cerdo Ibérico como tal (Ventanas, 2006). No obstante, también existen los cruces de Ibérico con algunas razas foráneas, como Duroc y Duroc-Jersey, que se impusieron en principio para corregir determinados defectos del cerdo ibérico, en particular, su reducido número de lechones por parto, el bajo peso de los lechones al nacimiento y su lento desarrollo corporal. Desde el punto de vista jamonero, la calidad de estos productos de cruce es sumamente aceptable, lo que ha motivado que, legalmente mientras la proporción de sangre ibérica no sea inferior al 50%, se consideren como si fueran ibéricos.
Independientemente de que se traten de razas puras o cruzadas, los ibéricos se clasifican por el tipo de producción y alimentación:
- De bellota: cuando el animal ha sido alimentado durante los últimos meses a base de bellota y pastos de la dehesa. La necesidad de caminar para la búsqueda de alimento confiere una textura diferente a la carne y a su forma, caracterizada por extremidades alargadas.
- De recebo: animal criado inicialmente como el de bellota; pero que debido a condiciones climáticas, económicas u otras no ha podido realizarse la totalidad del cebo con bellota y la alimentación final se ha realizado con piensos.
- De cebo: animal de raza ibérica alimentado con piensos como cualquier cerdo blanco para la elaboración de jamón serrano.
- Intensivo: nueva clasificación en la que se incluyen los cerdos de raza ibérica, como se hace en la actualidad con los blancos, con pienso y espacio limitado donde engordarles.
- Se han creado varias denominaciones de origen de jamón Ibérico reconocidas como DOP (Denominaciones de Origen Protegidas) por la UE (tres en 2001 a cuatro en 2007) en base al Reglamento 510/2006 que, entre otros requisitos, obliga a ‘organizar un sistema de control y a definir las características (físicas, químicas, organolépticas) que se relacionan con la especificidad del producto’. Las DOP existentes en la actualidad son:
- DOP Dehesa de Extremadura
- DOP Guijuelo
- DOP Jamón de Huelva
- DOP Los Pedroches
- Ha habido un período de importante auge y revalorización del jamón Ibérico, que ha pasado de ser una producción marginal amenazada por la peste porcina africana en la cabaña del porcino Ibérico, a convertirse en un producto con una fuerte demanda (principalmente interna y, en menor medida del exterior). Una buena referencia de su importancia socio-económica nos la da el que en las últimas campañas se hayan superado los 4 millones de piezas que aun no son suficientes para cubrir el mercado existente.
- Este crecimiento ha sido acompañado de una importante renovación y desarrollo de las industrias elaboradoras que han dispuesto del apoyo financiero con fondos de la UE, del MAPA y CC.AA.
- Desarrollo de nuevas tecnologías para mejorar sus características organolépticas (Ej. Salazonado en ‘containers’ metálicos para mejorar el ajuste del contenido de sal).
- Badiola Navarro, I. y Marcos Aguiar, D. (2000) Guía del jamón curado español. Cita en los lugares de origen. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. España (Madrid). 520 p.
- Fundación Jamón Serrano (2006) El Jamón Serrano dentro de la dieta equilibrada. Artículos nutricionales Jamón Serrano, nº 2. 4 p.
- Fundación Jamón Serrano (2006) El Jamón Serrano y la Alimentación en los Deportistas. Artículos nutricionales Jamón Serrano, nº 6. 3 p.
- Ventanas, J. (2006) El jamón Ibérico: de la dehesa al paladar. Ed. Mundi-Prensa. España (Madrid). 144 p.
- Ventanas Barroso, J., Tejeda Sereno, J. F. y Petrón Testón, M. J. (2001) El Jamón Ibérico: de una imagen de calidad a una calidad definida y contrastada. En ‘Tecnología del Jamón Ibérico: de los sistemas tradicionales a la explotación racional del sabor y el aroma’. Coordinador: J. Ventanas. Ed. Mundi-Prensa. España (Madrid). p. 15-44.