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El Bisfenol A y su uso en la alimentación
INTRODUCCIÓN
El bisfenol A (BPA o 2,2-bis-(4-hidroxifenil) propano), es una sustancia química utilizada fundamentalmente como monómero en la producción de plástico de policarbonato y resinas epoxi, desde hace muchos años. También se utiliza en la fabricación de resinas de poliéster, polisulfona y poliacrilato y de retardadores de llama. El policarbonato es un tipo de plástico rígido transparente se utiliza ampliamente en la fabricación de materiales en contacto con alimentos, como biberones, vajillas, utensilios de horno y microondas, envases de alimentos, botellas de agua, leche y otras bebidas, equipos de procesamiento y tuberías de agua. Las resinas epoxi se usan como revestimiento de protección de diversas latas de alimentos y bebidas, y como revestimiento de las tapas metálicas de jarras y botellas de vidrio, incluidos los envases de las preparaciones para lactantes.
El Bisfenol A y su controversia
El Bisfenol A (a partir de ahora BPA), está incluido en la lista de monómeros y otras sustancias de partida autorizadas que figuran en la parte A del anexo II de la Directiva 2002/72/CE y en la lista de aditivos plenamente armonizados a nivel comunitario de la parte A del anexo III de la misma Directiva, por lo que está autorizado su uso a nivel europeo para la fabricación de materiales y objetos plásticos destinados a entrar en contacto con alimentos.
Las ingestas alimentarias diarias, basadas en las concentraciones medidas en los alimentos, varían enormemente, pero se calcula que en Europa son de aproximadamente 0,2 μg/kg de peso corporal en los lactantes amamantados, 2,3 μg/kg de peso corporal en los lactantes alimentados con sucedáneos de la leche materna mediante biberones no fabricados con policarbonato, 11 μg/kg peso corporal en los lactantes alimentados con sucedáneos de la leche materna mediante biberones fabricados con policarbonato, y 1,5 μg/kg de peso corporal en adultos. (INFOSAN, 2009).
Dentro de la legislación alimentaria, la Directiva 2002/72/CE establece un límite de migración de BPA específico de 0,6 mg/Kg desde el material en contacto y el alimento.
Se ha investigado exhaustivamente una serie de efectos del BPA en animales, y entre los órganos afectados identificados en los ensayos con administración repetida en animales figuran el intestino, el hígado y los riñones. No obstante, los efectos más preocupantes han sido los relacionados con la actividad hormonal del BPA y los efectos potencialmente conexos en el desarrollo físico, neurológico y conductual. El BPA actúa como un estrógeno débil. Tiene una afinidad mucho menor con los receptores estrogénicos (ERα y ERβ) que el estrógeno endógeno, y se metaboliza rápidamente en glucurónido de BPA, que no es hormonalmente activo.
Recientemente, se ha puesto de manifiesto que el BPA se enlaza con gran afinidad al receptor asociado a estrógenos (ERR-γ), lo que puede guardar relación con su conocida capacidad para funcionar como un disruptor endocrino. Los estudios in vivo no han demostrado de forma consistente ninguna actividad androgénica o antiandrogénica del BPA.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) reevaluó en 2006 esta sustancia con el objeto de considerar la nueva y extensa información científica (más de 200 publicaciones) generada desde su evaluación en 2002 por el Comité Científico de Alimentación Humana.
El Panel Científico de EFSA consideró que estos efectos a baja dosis en roedores no habían sido demostrados de una forma firme y reproducible para que puedan ser usados como estudios de referencia para la evaluación del riesgo. Por otra parte, las diferencias entre especies en los estudios de toxicocinética, en virtud de las cuales el BPA parental tiene una menor biodisponibilidad en humanos que en roedores, plantea dudas razonables sobre la relevancia para el hombre de cualquier observación a baja dosis en roedores. La más que probable alta sensibilidad de los ratones a los estrógenos plantea dudas sobre el valor de estas especies particulares como modelo de evaluación del riesgo de BPA en el hombre.
EFSA concluyó que la ingesta diaria tolerable (IDT) por el hombre para la sustancia BPA puede establecerse en 0,05 mg/Kg.día, basado en un estudio de 3 generaciones en rata (NOAEL= 5 mg/Kg.día) y un factor de seguridad de 100. No obstante, no descartaba seguir haciendo posteriores evaluaciones a tenor de las nuevas informaciones toxicológicas que fueran apareciendo. (EFSA, 2006)
En 2010, la EFSA, considerando más de 800 estudios, publicó una nueva opinión, en la que concluía que no podía identificar ninguna evidencia nueva para modificar la actual IDT de 0,05 mg/kg/día y que, ante cualquier dato nuevo relevante en el futuro, la opinión sería reconsiderada. También observó que algunos de estos estudios realizados sobre animales en desarrollo sugerían otros efectos relacionados con el BPA de posible relevancia toxicológica, sin embargo, reconoció que tenían muchos defectos, por lo que la relevancia de sus resultados en relación con la salud humana no podía evaluarse en el momento actual, de ahí que el Panel estuviera abierto a recibir nuevos datos en el futuro.
En el caso de los lactantes de 3 a 6 meses alimentados con biberones de policarbonato se consideran el grupo de población de mayor exposición a BPA, debido a que tanto las tetinas de los biberones como los chupetes están en contacto directo con el niño. Este contacto directo con el individuo, no ocurre con el resto de envases. Por este motivo, no se consideró necesario continuar con el uso de BPA para la fabricación de biberones, hasta que nuevos datos científicos permitieran aclarar las dudas existentes.
Así pues, la Comisión Europea, previo consenso con los Estados Miembros, y aplicando el principio de precaución que establece el Reglamento 178/2002 en su artículo 7, aprobó la Directiva 2011/8/UE de la Comisión, de 28 de enero de 2011, que modifica la Directiva 2002/72/CE por lo que se refiere a la restricción del uso de BPA en biberones para lactantes, que establece la prohibición de uso de BPA en los biberones de policarbonato para lactantes, en sustitución del texto que existía para el mismo compuesto dispuesto en la Directiva 2002/72/CE.
En octubre de 2011, la Comisión Europea solicitó a EFSA la revisión de dos informes de Bisfenol A publicados por la Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria, de Alimentación, Medioambiente y Trabajo (ANSES). EFSA analizó estos informes, en estrecha colaboración con ANSES, teniendo en cuenta la evaluación del riesgo que realizó previamente y considerando el trasfondo de los diferentes puntos de vista en relación con los efectos potenciales sobre la salud de Bisfenol A. (EFSA, 2011)
Después de haber evaluado el citado informe, en diciembre de 2011, EFSA publicó en su página web su opinión sobre este estudio, y cree que los datos que en él aparecen no son suficientes para modificar la opinión publicada en 2010 sobre la seguridad del uso de bisfenol A. (EFSA, 2012)
CONCLUSIÓN
Actualmente, la EFSA está trabajando sobre una nueva reevaluación de riesgo del BPA, utilizado en materiales de contacto con alimentos, centrándose especialmente en la exposición a este material de grupos vulnerables. La nueva opinión de la EFSA se dará, una vez se hayan revisado todos los datos disponibles y estudios científicos publicados sobre la exposición alimentaria, desde su opinión de 2006 hasta la contribución que fuentes no dietéticas tienen al aporte global del BPA.
BIBLIOGRAFÍA
– Red Internacional de Autoridades en material de Inocuidad de los Alimentos (INFOSAN), 2009: No. 5/2009.
– Opinion of the Scientific Panel on food additives, flavourings, processing aids and materials in contact with food (AFC) related to 2,2-BIS(4-HYDROXYPHENYL)PROPANE. The EFSA Journal (2006) 428.
– Scientific Opinion on Bisphenol A: evaluation of a study investigating its neurodevelopmental toxicity, review of recent scientific literature on its toxicity and advice on the Danish risk assessment of Bisphenol A. The EFSA Journal 2010;8(9):1829.
– Directiva 2011/8/UE de la Comisión, de 28 de enero de 2011, que modifica la Directiva 2002/72/CE por lo que se refiere a la restricción del uso de Bisfenol A en biberones de plástico para lactantes (DOUE L-026, 29 de enero de 2011).
– EFSA advises on safety of bisphenol A and confirms review of opinion in 2012.