Nuestra rutina diaria es en ocasiones ajetreada, no tenemos tiempo para ir a la compra todos los días y, cuando lo hacemos, muchas veces compramos tal cantidad de comida que parte de los alimentos se estropean antes de consumirlos.
Para evitarlo, estamos acostumbrados a congelar algunos alimentos como la carne o el pescado, pero hay decenas de ellos cuya congelación es menos habitual y que, sin embargo, conservan la mayor parte de sus propiedades cuando lo hacemos. A continuación detallamos algunos ejemplos y recomendaciones:
- Hummus. El hummus puede conservarse varios días en la nevera, ya que contiene ajo (conservante natural) y, si sobra un poco en el momento de consumirlo, se puede congelar para tomarlo más adelante. Eso sí, es recomendable congelarlo siempre en envases herméticos. Si el hummus es casero, añádele un chorrito de aceite de oliva antes de congelarlo. Al sacarlo, remuévelo un poco y ya estará listo para comer.
- Pasta cocinada. Cuando cocinamos pasta, es habitual que sobre una gran cantidad. Si la congelas, será muy sencillo y práctico calentarla días después. Eso sí, conviene echarle un poco de aceite y es recomendable que no esté muy blanda y cocinarla mejor al dente.
- Queso. No todos los quesos se pueden congelar con iguales resultados. Los que son duros, quedarán imposibles de cortar sin desmenuzarse o estarán demasiado secos. En cambio, es una buena opción congelar los quesos blandos y cremosos que, además, son los que antes se estropean.
- Embutido. En su paquete original o envuelto en papel de plata puede durar varios meses en el congelador.
- Ensalada. Las hojas verdes (espinacas, lechuga, escarola…) se pueden congelar y no pierden nutrientes. Una vez descongeladas, no podremos utilizarlas para ensaladas, pero sí para preparar purés o batidos vegetales. Solo bastará con licuar las hojas y como resultado obtendremos una bebida saludable.
- Biscotes de pan tostado. Los embases de pan tostado suelen ser muy grandes y contienen mucha cantidad de pan para tostar. Una buena opción para que no se estropee o se ponga duro es hacerlo en su propio envase o sellarlo en bolsas para congelado.
- Azúcar moreno. Suele endurecerse si no se come, pero es fácil evitarlo. Podemos envolverlo en plástico, meterlo en una bolsa de congelar y conservarlo en el congelador.